NBA
Los Boston Celtics vuelven a mandar dos décadas después
La llegada a Boston de Kevin Garnett y Ray Allen ha revolucionado el equipo verde, que firma un balance de ocho victorias y una única derrota
Izkander FERNÁNDEZ | BILBO
De mediados a finales de la década de los 80 los Boston Celtics se convirtieron en un referente mundial del baloncesto. Sus encarnizadas batallas por el anillo de la NBA contra los Lakers del showtime los convirtieron en la alternativa al glamour de Los Angeles.
Son muy pocos los nacidos entre 1975 y 1980 que no se saben de carrerilla que en aquellas finales había dos quintetos clásicos, repletos de calidad y talento. Si se prefería el espectáculo, el compuesto por Magic Johnson, Byron Scott, James Worthy, AC Green y Kareem Abdoul Jabbar era el adecuado.
Si lo que interesaba era la disciplina y la seriedad no exenta de brillantez, la otra baza era la formada por Dennis Johnson, Danny Ainge, Larry Bird, Kevin McHale y Robert Parish. El amarillo o el verde. El Forum de Los Angeles o el Boston Garden. Dos ideas. Dos estados mentales. Dos clásicos del deporte para la historia.
Los Celtics cayeron antes en el averno de una reconstrucción que los Lakers supieron acelerar con la llegada de Shaquille O'neal y Kobe Bryant. En Boston parecían abocados al fracaso tras veinte años sin hacer nada destacable. Unicamente con Antoine Walker y Paul Pierce lograron pasar la primera ronda de play offs. Fue anecdótico.
Los palos de ciego era el pan de cada día. Ninguno de los directores deportivos que han pasado por la franquicia ha conseguido enderezar el rumbo. Hasta que el talonario y los astros se han conjurado a favor de los de Massachussets.
A mediados del verano saltó una gran noticia para la extensa masa de seguidores de los Celtics que se reparte por todo el mundo: Kevin Garnett y Ray Allen, dos súper estrellas de la liga, jugarían la siguiente temporada en Boston. Y además, el que había sido su jugador franquicia de los últimos años, Paul Pierce, no salía del equipo. Con lo cual, los Celtics pasaban a tener uno de los tríos más letales.
Tanto Allen como Garnett llegaban rebotados a los Celtics. Siempre estrellas, en sus respectivas franquicias no habían recibido el apoyo suficiente para acercarse al anillo. Ahora, en Boston y en la Conferencia Este, el escenario se presentaba idóneo para el asalto definitivo.
Prueba de fuego en el Oeste
De momento, las cosas no pueden ir mejor. Los nuevos Boston Celtics de Allen y Garnett sumaron un arranque con ocho victorias consecutivas. Y por el camino han dejado cocos como Toronto, Indiana o Miami. La primera derrota llegó la en la madrugada de ayer, 104-102 ante Orlando Magic. En su contra queda que aún no han girado por el Oeste. Pero sin duda, este comienzo es lo mejor que le ha pasado a la franquicia de Fleet Center en décadas.
El trío compuesto por Pierce, Garnett y Allen suma el 60% de los puntos de su equipo con una media de anotación bastante alta para los tiempos que corren: 102.8. Lo más importante es que parece que los tres se mueven en parámetros parecidos, entre 20.4 y 22 puntos por partido, pero cada uno sabe asumir su papel en los momentos clave.
Ahora sólo cabe comprobar como afrontan la escasez de banquillo que les acosa o si seguirán tan airosos cuando se enfrenten a los grandes del Oeste. Pero estos Boston Celtics apuntan alto.
Dwight Howard y Rashard Lewis fueron los principales artífices de la primera derrota de Boston. El primero anotó 24 puntos, el segundo 22. Su equipo, Orlando, suma nueve victorias por tan sólo dos derrotas.
En un duelo de clásicos, los Lakers machacaron a unos Chicago Bulls que deambulan por el fondo de la tabla. Kobe Bryant lideró a los amarillos para firmar un 106-78 en el electrónico.
Hay jugadores excesivos a la par que geniales. Hombres que son capaces de lo mejor y de lo peor sobre una cancha. Si la cosa va bien, toca soñar. Esto fue lo que ocurrió en la madrugada del sábado con el rookie de los Memphis Grizzlies Juan Carlos Navarro. El base-escolta catalán estuvo 33 minutos sobre la pista ante New Orleáns Hornets y anotó la friolera de 28 puntos con 8 triples anotados de 9 intentos.
Navarro iguala así el récord de Chris Duhon datado en 2005: el mayor número de triples anotado por un rookie. Pese a todo, la genialidad de «La bomba» no sirvió para que los Grizzlies consiguiesen doblegar a los Hornets. La contienda acabó en prórroga y los de New Orleáns se llevaron el gato al agua por 120 a 118. Los Grizzlies sumaron una nueva derrota en la madrugada del domingo ante Dallas por 108-105. Navarro anotó 14 puntos con 2 de 4 en triples.
I.F.