Baga Biga edita el segundo título de Noizean Behin, orientado hacia el metal contemporáneo
El grupo de Gatika Noizean Behin acaba de presentar «Arazi», un cedé de corte metálico con melodías cuidadas y el thrash como fondo. Diez canciones intensas arropadas por un curioso y elegante diseño.
Pablo CABEZA | BILBO
Noizean Behin ya tiene girando su nuevo disco, «Arazi», álbum de diez canciones donde el toque thrash se ajusta al metal del siglo XXI. Sonido tenso, pero suavizado por un meritorio esfuerzo melódico. «Arazi» prolonga la historia musical iniciada con «...inoiz kontatu ez nizkizunak...», álbum de 2006 con el que iniciaron la conquista del territorio metálico, espacio no exento de serias barreras.
Noizean Behin se formó en Gatika en 2001, localidad donde ensayan habitualmente; sin embargo, el único gatikarra es Ander (batería), mientras que Ibai (guitarra) y Hegoi (bajo) son de Mungia, aunque este último estudia y vive en Donostia. Finalmente, Alex (guitarra y voz) reside en Bilbo.
«Arazi» es fiel al metal, pero generoso en matices y texturas. Resultado justo tras seis años de síntesis, ganas y trabajo. «Nos gustan demasiadas cosas como para cerrarnos a un estilo concreto. Las diferentes historias van cada vez más rápido y las modas son muy fugaces, así que aunque somos jóvenes hemos vivido ya unas cuantas oleadas de estilos desde los 80 hasta aquí y, además, cada uno de nosotros tiene su universo musical», matiza Ibai, quien añade: «Nos hemos quitado unos cuantos complejos y prejuicios estilísticos de encima y hemos querido plasmar lo que surgía de esa unión sin forzar nada».
¿Metallica, Pantera? ¿Ekon, Neubat? Ibai precisa las distancias. «Parece que por edad debería de ser Pantera, puesto que lo vivimos de pleno, pero lo cierto es que Metallica supone mucho más que cualquier otra banda para nosotros. Ekon y Neubat son dos grupos que representan distintos momentos en nuestra vida, y dos grupos que nos gustan, así que sí creo que nuestra propuesta pueda encajar entre ellos, aunque nos dejaríamos muchos matices en el tintero», concreta Ibai, mientras ondea en el aire «Arazi».