La troika de mediadores sobre Kosovo (UE, Rusia y EEUU) se ha planteado el mínimo de obtener un acuerdo de cooperación entre Pristina y Belgrado, si no se consigue alcanzar un compromiso sobre el futuro estatus de Kosovo, indicó ayer el negociador europeo Wolfgang Ischinger.

Los kosovares están preparados para proclamar su independencia de Serbia, que, a su vez, trata, cada vez con menos éxito, de limitar esta decisión con una autonomía. El territorio, de hecho, funciona al margen de Belgrado y está siendo administrado por la ONU desde 1999.

«Los esfuerzos de la troika se dirigen a lograr al menos un acuerdo de cooperación entre Belgrado y Pristina, algo que no tiene nada que ver con cuestiones como cuándo, cómo o si se decide la cuestión del estatus de Kosovo», declaró Ischinger a la prensa en Berlín.

«Naturalmente, lo ideal sería lograr un acuerdo sobre el estatus, pero tendremos que esperar» al final de las negociaciones, fijadas para el 10 de diciembre.

Por otra parte, un grupo de ultranacionalistas serbios llamó ayer a las armas a los diputados del Parlamento de Belgrado para «defender Kosovo» si Pristina proclama la independencia.

«Hemos enviado a los diputados un llamamiento a hacer la guerra por Kosovo», declaró el comandante de la Guardia del Santo Emperador Lázaro, Andrej Milic. «Entraremos en Kosovo por la fuerza en el caso de que se proclame unilateralmente la independencia por parte de los terroristas albaneses y sus comandantes de la OTAN, controlados por EEUU y la UE», destaca el manifiesto que se repartió a los diputados serbios.