Las canciones de «Magic»
Pablo CABEZA
El primer álbum de Bruce Springsteen con la E Street Band desde la publicación de «The Rising, ha generado reacciones encontradas. Lógico en un músico de la repercusión mediática de Bruce y de las miles de opiniones que genera un tipo con su capacidad de expansión y la multinacional que lo mueve. No obstante, pocos profesionales son los que han optado por el suspenso. La controversia de «Magic», en cualquier caso, intuimos que se debe a la propia esencia de Springsteen y al impoluto, pero previsible sonido, que ofrece la E Street Band. Canciones como «You'll be comin' down'», «Livin' in the future» o «Your own worst enemy», la segunda, tercera y cuarto del álbum, son brillantes lugares comunes dentro de la historia del músico. Con ese minutaje cuestionable en términos verdaderamente exigentes, hemos dilapidado un cuarto de disco. Sin embargo, por los nervios del resto del disco la adrenalina y la épica springstiniana fluyen con el misterio y la fuerza de cualquiera de sus momentos de gloria. «Gypsy biker» es uno de los mejores cortes, los primeros cuatro minutos que conducen directamente al lado más emotivo y sediento de su música. «I'll work for your love», electroacústica, porta la inspiración y la sonoridad del Bruce más cercano; la canción es típica, pero es una excelente composición con aire dylaniano. «Magic» prefiere reforzarse con intimidad y consigue situarse al frente del álbum. Suena campera, perdida en el atardecer y alejada de la E Street Band. Si todo el álbum hubiese contado con semejante atmósfera y fortuna melódica, estaríamos ante un disco inevitable. «Last to die» arrancan con un arreglo de cuerda para convertirse al rock and roll de carretera al primer acorde. Es otro de los instantes más turbadores. La canción que siempre llevarías en tu mp3, el título que no puede faltar en un directo para 2007. «Long walk home» vuelve a estar mediatizada por el sonido de la E Street Band, seguramente válido para el directo, pero reiterativo -especialmente por el saxo de Clarence Clemons- para un disco del que se espera impacto, poder y, sobre todo, distancia con los demás. De comprar canciones sueltas, vía on line, «Devil's arcade» no podría faltar, como también estaría en una selección personal destinada al alimento del espíritu o a situar la mirada a través de un cristal que busca señales de vida. Suponemos que son este tipo de cadencias las que han convertido a Springsteen en el animal que es, en el músico que ha resistido en la cumbre tres décadas. Cabría destacar asimismo el single que se viene oyendo desde agosto, «Radio nowhere», espléndida dinámica sobre la que no hay nada que objetar, de hecho es la creación más explosiva en una primera escucha. «Magic» se cierra con una balada de raíz folk, «Terry's song», que recuerda el talento de Dylan y el mérito de un gran imitador. Recordemos la poderosa banda que le acompaña en «Magic»: Roy Bittan (piano), Max Weinberg (batería), Nils Lofgren (guitarra), Danni Federici (teclados), Clarence Clemons (saxo), Springsteen, (guitarra y voz), Patti Scialfa (voz), Stevie Van Zandt (guitarra) y Garry Tallent (bajo). Todos retratados como una gran familia en el doble interior del álbum. Con Springsteen abrazado a su esposa para deslegitimar a todos los medios que anunciaron el año pasado que Bruce y Patti se estaban divorciando.