Una insuficiencia cardiorespiratoria se llevó ayer al indómito Fernando Fernán Gómez en el Hospital de La Paz de Madrid. Protagonista de casi dos centenares de películas y director de una veintena, son numerosos los premios que recibió en su polifacética y dilatada carrera de más de sesenta años.

Fernando Fernán Gómez nació el 28 de agosto de 1921 accidentalmente en Lima y fué inscrito en el consulado de Buenos Aires, durante una gira que su madre, la actriz Carola Fernández Gómez, realizó por Latinoamérica. De jovencito participó en obras teatrales en el colegio, debutando en el papel de camarero. Su afición a la interpretación hizo que abandonara sus estudios de Filosofía y Letras, donde debutó como profesional en 1938.

Artista prolífico

En 1944 realizó su primer papel protagonista, en la película «Empezó la boda» de Raffaello Matarazzo.

Tanto en papeles cómicos como en dramáticos, rodó más de 150 películas a lo largo de sesenta años y actuó a las órdenes de los directores más prestigiosos del momento, como Edgar Neville o Luis Sáenz de Heredia, para debutar en la realización codirigiendo «Esa pareja feliz» con José Luis Berlanga y Juan Antonio Bardem.

Sus primeros trabajos en solitario com realizador fueron un rotundo fracaso hasta que consiguió el éxito con «La vida sigue adelante». En los años sesenta realizó «El mundo sigue» y «El extraño viaje», titulos hoy fundamentales en la cinematografía del Estado español en su día secuestrados por la censura, lo que lo llevó a trabajar en adaptaciones teatrales, lo que le trajo grandes satisfacciones como autor, intérprete o director.

A partir de los años 70, su carismática figura cautivó a jóvenes directores como Carlos Saura, Víctor Erice o Pedro Olea.

Además de la interpretación, participó en doblajes de radio, cultivó tanto la novela como la poesía y era miembro de la Real Academia de la Lengua Española desde 1998.

Participó en las películas «Belle Epoque» y «Todo sobre mi madre», ganadoras de sendos Oscars, consiguió seis Goyas, un Oso de Oro honorífico en Berlín, el Príncipe de Asturias de las Artes y muchos galardones más.

El Zinemaldia de 1999 le otorgó el Premio Donostia. «Morir cuerdo y vivir loco» fue uno de sus últimos proyectos. Tuvo dos hijos fruto de su relación con Maria Dolores Pradera.