conflicto armado en colombia
Álvaro Uribe frena la misión de Hugo Chávez ante las FARC
El presidente colombiano Alvaro Uribe ni siquiera ha respetado el plazo impuesto por él mismo para que las gestiones de mediación de su homólogo Hugo Chávez y de la senadora Piedad Córdoba con las FARC dieran resultado. A falta de más de un mes para el 31 de diciembre, ha dado por terminada la labor de Chávez y Córboda porque hablaron con un alto mando militar colombiano. Las familias han expresado su consternación y malestar por esta decisión.
GARA | BOGOTÁ
El presidente colombiano Alvaro Uribe ha dado por terminada la labor de la senadora Piedad Córdoba y de Hugo Chávez en la mediación con las FARC para un canje humanitario. Uribe justificó esta drástica decisión en la injerencia y «extralimitación» del presidente venezolano por haber contactado por teléfono con el jefe del Ejército, el general Mario Montoya.
En una declaración institucional, Bogotá alegó que Córdoba telefoneó a Montoya, «le pidió una cita y, a continuación, le pasó el teléfono a Chávez, quien le preguntó sobre los secuestrados por las FARC», vulnerando el compromiso alcanzado con Uribe de «no establecer contactos con los altos mandos militares».
El asesor de Presidencia, José Obdulio Gaviria, aseguró a la emisora colombiana Radio Caracol la retirada de la autorización es un hecho «irreversible».
Argumentó que en la reciente Cumbre Iberoamericana, «el presidente Uribe fue muy claro diciéndole que no distrajera a sus generales del trabajo frente a los bandidos de las FARC». Sostuvo que la comunicación entre el presidente venezolano y altos mandos militares colombianos «puede tener efectos irresponsables».
Esta decisión, que se produce tan sólo un día después de la reunión entre Chávez y su homólogo francés Nicolas Sarkozy, provocó consternación y malestar entre los familiares de las personas en manos de las FARC.
Tampoco gustó en el Elíseo. Su portavoz, David Martinon, anunció que, en los próximos días Sarkozy enviará con el embajador francés en Colombia una carta a Uribe para pedirle que «mantenga el diálogo» con el mandatario venezolano.
«Seguimos pensando que Hugo Chávez es la mejor opción para la liberación de Ingrid Betancourt y el resto de secuestrados», afirmó Martinon en su comparecencia de ayer.
Aseguró que en el encuentro del martes entre ambos presidentes hubo «avances» y que se transmitieron «mensajes muy importantes». Expresó el deseo del Elíseo de que el diálogo entre Chávez y Uribe se reanude porque «es un elemento clave del éxito en la mediación».
Las familias no tardaron en rechazar el paso dado por el mandatario colombiano. En declaraciones a France Info, el ex marido de Betancourt, Fabrice Delloye, calificó la noticia de «dramática» e incidió en que la mediación de Córdoba y Chávez «es inevitable para llegar a un acuerdo humanitario». «Más allá de la consternación, es un drama», subrayó. Delloye definió a Uribe como una persona «difícil, capaz de cambiar de idea de un día a otro».
«Como un balde de agua fría»
La Federación Internacional de Comités de Apoyo a la ex candidata presidencial mostró su tristeza y «total confianza» en las gestiones realizadas por Chávez «que permitían esperar una liberación de Ingrid y de otros».
«En este momento, no hay una alternativa aceptable a esta mediación por lo que pedimos al presidente Uribe que reconsidere su decisión, demostrando que es él, y no sus generales, quien dirige Colombia».
Su hermana, Astrid Betancourt, se declaró «consternada» e hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que hagan ver a Uribe la necesidad de mantener la mediación. Ayer mismo viajó a Bogotá junto a su madre, Yolanda Pulecio, para reunirse con otras familias y trasladarles lo hablado el martes en el Elíseo.
La senadora Córdoba recibió esta noticia como «un balde de agua fría» y afirmó que «frustró un viaje que teníamos con Chávez a Bogotá para dar más detalles de sus avances». Adelantó a Radio Caracol que, en las próximas horas, se entrevistará con Chávez para emitir un comunicado conjunto. «Lo primero que tengo que ser es cortés con él. Además, tengo que aclarar que fui yo quien hizo la llamada al general Mario Montoya, y eso es lo que debe quedar muy claro».
El profesor Gustavo Moncayo, padre del cabo del Ejército Pablo Emilio Moncayo, en manos de las FARC desde 1997, afirmó que esta noticia «es un mal paso». Moncayo ha iniciado una nueva marcha de más de 1.400 kilómetros entre Bogotá y Caracas.
Venezuela dijo que «acepta la decisión soberana» de Colombia aunque la calificó de «lamentable». Pese a ello, afirmó que «tiene sus brazos y corazones abiertos para continuar prestando sus humildes servicios en aras de la vida y la paz».
El alto comisionado para la paz en Colombia, Luis Carlos Restrepo, afirmó que desde ahora asume «el control de todas las acciones que se puedan adelantar para la liberación de todos los secuestrados» por la guerrilla colombiana.
«Uribe estaba a punto de perder el control de la iniciativa y del desarrollo de las negociaciones, mientras Chávez se movía hábilmente en la escena internacional», subrayó el experto en relaciones internacionales Fernando Giraldo.