Vulneran derechos a toda una naci�n
El Comit� de Defensa de los Derechos Humanos de Euskal Herria (CDDHPB) ha dado la voz de alarma sobre la pol�tica represiva que se asienta en Euskal Herria. En una rueda de prensa en la que, junto a los portavoces de esta asociaci�n, comparecieron representantes de organizaciones pol�ticas (AB, Batasuna, PNB, EA y LCR), se puso de manifiesto que est� en marcha una �pol�tica de criminalizaci�n� contra el conjunto del movimiento abertzale y que buena parte de las actuaciones que se han llevado a cabo en las �ltimas fechas se sit�an en la misma l�gica que otras del pasado, o de las ocurridas en otras latitudes vascas, como el cierre de peri�dicos, la ilegalizaci�n de organizaciones pol�ticas o la ilegalizaci�n de candidaturas electorales.
El diagn�stico hecho p�blico por el CDDHPB llega en un momento marcado por sucesivas operaciones policiales y actuaciones judiciales que han provocado significativas muestras de rechazo social, como se pudo comprobar el pasado s�bado en la masiva manifestaci�n celebrada en Donibane Garazi, en la que se denunci� con especial �nfasis el caso del vecino de Ortzaize Joan Bidart, que intent� quitarse la vida el pasado d�a 18 en una prisi�n de la Corr�ze. Tras ser detenido en una variopinta redada, a finales de setiembre, junto a otras catorce personas, Bidart permaneci� primero incomunicado en manos policiales y fue luego encarcelado -al igual que otros cuatro ciudadanos-, alejado de Euskal Herria y aislado en la c�rcel de Tulle.
En este sentido, estamos ante un pronunciamiento que en la l�nea con lo actuado por esta organizaci�n, desde que se fundara en 1984, parte del principio de solidaridad con �toda persona cuya libertad est� amenazada o a la que se violan sus derechos�. Y el hecho de que en la presentaci�n de su diagn�stico el CDDHPB se acompa�ara de formaciones que tienen opiniones diferentes sobre c�mo debe afrontarse la recuperaci�n de los derechos nacionales s�lo viene a evidenciar que es posible y deseable arbitrar estrategias compartidas para detener lo que no son excesos puntuales sino una pol�tica dirigida a negar la existencia de Euskal Herria.