El sendero adaptado en el Parque Natural de Bertiz está situado en el jardín histórico-artístico del Señorío y tiene una longitud de 450 metros. En uno de los laterales del recorrido se ha colocado una cuerda de seguimiento a un metro del suelo, sujetada en palos de madera cada dos metros. A lo largo del recorrido se encuentran diversos elementos interpretativos que ayudan a disfrutar de este hermoso paraje natural.

En concreto, se ha instalado un pupitre informativo ubicado al principio del recorrido, donde se recoge la información general del itinerario a cuatro niveles de comunicación, con el fin de que cualquier usuario pueda tener acceso a la información. En este punto se han colocado también «palos informativos». Además, se han colocado una serie de elementos de apoyo táctil-visual. Se trata de un conjunto de piezas diseñadas para la estimulación de los sentidos y que son una invitación a tocar, mirar, oler y escuchar.

Para el oído se han diseñado unas trompetas auditivas, con sus respectivos taburetes, para que el visitante escuche en determinados puntos los sonidos amplificados que nos ofrece la naturaleza.

Para el tacto y el olfato se han diseñado lanzaderas táctiles que invitan a tocar los diferentes elementos de la naturaleza, además de los abraza-árboles y la propia cuerda-guía que lleva a los visitantes en un trayecto táctil y olfativo sobre los troncos de madera.

También se han colocado placas de información táctil-visuales, situadas en cada uno de los puntos donde existe un elemento interpretativo y que informan de qué sentido concreto se quiere estimular en cada caso.

Este novedoso recorrido se completa con un punto de madera muerta, para el que han sido seleccionados y ubicado árboles del propio bosque de Bertiz, con el fin de estimular el tacto y el olfato.

En el mismo lugar se ha construido un túnel de madera con un roble caído para invitar a tocar los musgos y helechos que crecen en la madera en descomposición y sentir su característico olor y sensación de humedad. En este túnel se puede experimentar lo que se siente al estar en el interior de un árbol.

Este itinerario sensorial está dirigido a personas con discapacidades visuales pero también para visitantes sin problemas de visión, que a través de diferentes paradas podrán tener una percepción y comprensión más enriquecedora del espacio y la naturaleza que vive en él.

La gran aportación de esta iniciativa es que permite la autonomía del discapacitado visual para realizar el recorrido sin problemas.

Este proyecto se ha realizado a través de un convenio entre el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente y la Obra Social de la Caixa.