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«Venus tomó un camino distinto al de la Tierra y queremos saber por qué»

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Agustín Sánchez-Lavega
grupo de ciencias planetarias de la UPV-EHU

Este astrófisico ya alcanzó el hito de que uno de sus estudios sobre las tormentas de metano en Titán, satélite de Saturno, fuera portada de «Nature» en 2006. Ayer, su nombre y el del también investigador Roberto Hueso volvieron a aparecer en esa publicación confirmando dos hallazgos en el planeta Venus.

Joseba VIVANCO |

Es el objeto más brillante en el firmamento, cada amanecer y atardecer, después del Sol y la Luna. Es Venus, un planeta que hace 3.500 millones de años pudo ser similar a la Tierra, pero que tomó otro camino. Hoy es un planeta ardiente que desde hace dos años analiza la sonda europea Venus Express, en la que participa el Grupo de Ciencias Planetarias de la UPV-EHU.

Volver a publicar en «Nature» es un logro al alcance de muy pocos...

Bueno, por lo que vamos sabiendo parece que es así. No obstante, el 95 % de lo que se les envía, se rechaza. En este caso se trata de un trabajo de colaboración internacional con numerosos equipos europeos involucrados. Ha habido que trabajar muy duro para estar a su nivel y, al final, creo que nos hemos puesto en cabeza con este instrumento.

¿Qué tiene Venus para que ustedes, en el Grupo de Ciencias Planetarias de la UPV-EHU, hayan puesto su mirada en él?

Venus tiene unos procesos en su atmósfera extremadamente interesantes desde el punto de vista de la meteorología planetaria: efecto invernadero desbocado; rota lentamente pero con unos vientos intensísimos de hasta 360 km/h en la cima de las nubes; unas nubes de ácido sulfúrico permanente... En fin, es un mundo en donde podemos estudiar fenómenos meteorológicos únicos y que nos ayudan a conocer mejor nuestro propio planeta.

Un planeta tan parecido a la Tierra y a la vez tan distinto...

Así es. Tiene masa, radio y composición química semejante. Sin embargo, Venus ha ido por un camino distinto al de la Tierra. Todo su dióxido de carbono (CO2) está en la atmósfera, produciendo un efecto invernadero desbocado. Queremos conocer los detalles de porqué ha seguido esa vía.

La sonda Venus Express acaba de cumplir los dos primeros años de su misión. ¿Cuál es la aportación que hacen ustedes a este proyecto de la Agencia Espacial Europea?

Estamos trabajando básicamente con las imágenes que la nave toma en el visible y en el infrarrojo. De ahí sacamos informacion meteorológica de sus capas de nubes. Nuestra aportación más importante hasta ahora ha sido la caracterización de sus movimientos (velocidades de vientos) en varias alturas, estructura de su dipolo de doble ojo y de la emisión de luz fluorescente por el oxígeno.

Publican ahora dos artículos en «Nature». Uno, «El remolino de doble ojo del polo Sur de Venus» y el segundo, «El resplandor infrarrojo del oxígeno en Venus». Dicho así, al ciudadano profano en la materia le sonará a chino. ¿Les resulta difícil a ustedes trasladar a la ciudadanía la relevancia de hechos científicos de este calibre?

Entendemos que es difícil, pero lo intentamos. Es la obligación del científico con la sociedad que le paga. Si dispusiéramos de museos de ciencia y planetarios, la labor sería más sencilla.

Explíquenos, entonces, de manera entendible los resultados de estos dos descubrimientos.

Podemos decir que esos dos fenómenos tienen trascendencia para conocer el comportamiento de nuestra atmósfera. El vórtice es en realidad un remolino que recuerda en cierto modo al que se forma al abrir el tapón de la bañera. Su estudio ayudará a conocer el vórtice polar que se forma sobre la atmósfera polar de nuestro planeta y que destruye el agujero de ozono. El resplandor del oxígeno, por su parte, se refiere a la emisión de luz por los átomos de oxígeno, fundamentalmente en el lado de noche del planeta, y pueden ayudar a entender el intercambio de energía entre la atmósfera superior y la inferior, y su pérdida a largo plazo.

Afirman ustedes que estudiar Venus es estudiar hacia dónde puede devenir el clima de la Tierra. ¿Terminaremos como Venus, achicharrados?

No lo creo. El destino de la Tierra está ligado al del Sol. Su expansión futura y crecimiento, en millones de años, propiciará un calentamiento de la Tierra, pero no creo que lleguemos hasta ese punto. Para entonces, la especie humana, si existe como tal, habrá abandonado ya la Tierra.

 

hallazgo

«Hemos descubierto un vórtice, o especie de remolino, que se asemeja al que tenemos sobre nuestra atmósfera polar y que destruye el ozono»

futuro climático

«Aunque en Venus podemos estudiar cómo puede evolucionar nuestro clima, no creo que terminemos como él, porque nuestro destino está ligado al Sol»

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