Habíamos perdido la costumbre de ver a Óscar Terol encima de un escenario, aunque suponga un regreso a sus orígenes con aquel trío humorístico llamado Les Louviers. Pero, a pesar de que haya pasado bastante tiempo desde su experiencia televisiva, todavía muchos lo seguimos relacionando con aquel inicial «Vaya semanita» de ETB-2. Ha regresado y lo hace con «El jefe de todo», la versión teatral de la compañía Ados Teatroa de la película del mismo título de Lars Von Trier, el «padre» del movimiento Dogma. En esta historia -curiosamente es la única comedia de Von Trier- Terol se mete en la piel de un actor que participa en un enrevesado engaño: tiene que suplantar al propietario de una empresa, que siempre ha estado en el anonimato y diluido entre sus empleados, para despedir a la plantilla y vender la firma a una multinacional. El actor promete disfrute al público, porque «es una invitación a pasar una hora y media de risas y carcajadas».

¿Cómo ha sido su vuelta a los escenarios?

La oferta me gustó mucho, tanto por la idea como por los compañeros de reparto. Ya tenía pensado volver al teatro, pero me pusieron delante esta propuesta y no pude decir que no. Es de esas cosas que dices «tengo que ir». Y fui.

Pese a su tono humorístico, «El jefe de todo esto» aborda un tema serio, y, a la vez, de gran actualidad como son los despidos de trabajadores de una multinacional. ¿Cómo reacciona el público?

El trasfondo sí que habla de temas serios, pero desde el primer minuto la clave es cómica y no hay duda de que la gente va a reirse. No es de esas obras en las que el drama y la comedia se entrelazan; en ésta únicamente hay comedia. Es comedia pura y dura.

Después de las primeras actuaciones ¿ha tenido el resultado cómico que esperaban?

Sí, la hemos presentado en Errenteria, Santurtzi y Tolosa, y la gente se ha reído mucho porque la adaptación de la película es muy brillante. Además los actores del reparto estamos muy inclinados hacia la comedia. Entre los actores se encuentran Koldo Losada, Josean Bengoetxea, Carlos Nguema, Elena Irureta, Mila Espiga y Santiago Suerias.Creo que los personajes están muy bien elegidos, por ello resulta muy difícil que la gente no se entretenga.

Interpreta a un actor que es contratado para despedir a los empleados de una empresa. ¿Cómo ha sido la experiencia?

Estoy muy contento, porque la obra es un divertimento, es una comedia de situación muy graciosa y porque, sobre todo, el personaje que interpreto durante toda la obra está descolocado e intentando buscarse la vida. Es un texto muy jugoso para un actor cómico como yo, como un regalo, uno de esos papeles que no se pueden rechazar. Además, y aunque sea un título de un director de culto y la película sea una comedia, la adaptación teatral es, sin duda, mucho más divertida que la película. Creo que la obra de teatro propone una hora y media de diversión, de risa y de carcajadas.

Está basada en la película del danés Lars von Trier. ¿La conocía antes de interpretar al protagonista?

No, no la conocía. Además en cuanto me propusieron interpretar este papel decidí no ver la película para que no me influyera a la hora de afrontar al personaje. Me parece que la veré una vez hayamos realizado la última función.

¿Comó ha sido su primera experiencia con Ados Teatroa?

La verdad que ha ido todo muy bien. Tenía mucha curiosidad de trabajar con Garbi Losada. Ahora únicamente queda disfrutar de las funciones y de los viajes en furgoneta, como los toreros.