La aventura de constante reid y el guardabosques oliver mellors
Llega al cine una nueva adaptación de la segunda versión de la novela «El amante de Lady Chatterley». Una lectura academicista en la que Pascale Ferran intenta atrapar el encanto primitivo de la telúrica relación extramatrimonial que Constante Reid compartió con Oliver Mellors.
Koldo LANDALUZE
A finales de los años 20, el escritor David Herbert Lawrence publicaba su mayor éxito literario, «El amante de Lady Chatterley». En ese instante, al calor de la lumbre de sus suntuosas chimeneas y mientras sus maridos se reunían en clubs privados, muchas mujeres británicas se dejaron llevar por la telúrica pasión compartida por Lady Constante Reid y el guardabosques Oliver Mellors. La publicación de los devaneos extramatrimoniales de la ilustrada y acaudalada Lady Chatterley y el humilde guardabosques Mellors provocó una inusitada furia en buena parte de una sociedad puritana para quien el amor y su cara más demoníaca, el sexo, eran comportamientos diametralmente opuestos a la conducta que dictaba su moral. La justicia hizo acto de presencia y acusó a la novela de Lawrence de escandalosa e inmoral lo cual, inevitablemente, propició el nacimiento de una leyenda que, posteriormente, se tradujo en mitificación. Por ese motivo, no resulta difícil imaginar el alivio que supuso para muchas mujeres que -en la intimidad de la lumbre, liberadas del asfixiante corsé y, sobre todo, sin la atosigadora presencia de sus maridos-, se dejaban llevar por la imaginación gracias a pasajes como este: «Fue una noche de pasión sensual en la cual ella estaba algo asustada y casi reacia, y sin embargo traspasada de nuevo por la indescriptible emoción de la sensualidad, diferente, más aguda, más terrible que la emoción de la ternura, pero en aquel momento más deseable. Aunque algo asustada, le dejó hacer, y aquella sensualidad irreflexiva y desvergonzada la conmovió hasta lo más hondo, la desnudó de sus últimos reparos y la convirtió en una mujer diferente. No era realmente amor. No era voluptuosidad. Era una sensualidad incisiva y ardiente como el fuego que convertía el alma en un ascua».
En las diversas variaciones que hizo alrededor de «El amante de Lady Chatterley», D. H. Lawrence aplicó sus constantes temáticas más habituales: el choque de clases y las distintas sensibilidades entre hombre y mujer que conllevará a la liberación de la mujer. La trama de la novela gira en torno al despertar a la vida y emociones de la joven Constance Reid, casada con Sir Clifford Chatterley, quien quedó paralítico en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Incapacitado para el sexo, la protagonista descubrirá que su marido, además, es incapaz de mostrar cualquier tipo de emoción profunda. Tras diversos affaires, Constance conoce a Oliver Mellors, guardabosques al servicio de su marido, y la relación de ambos hará saltar por los aires lo convencionalismos sociales y provocará en la protagonista el despertar pleno de su sexualidad.
La fama alcanzada por la novela inspiró muy diversas lecturas cinematográficas. La primera data del año 55 y lleva la firma de Marc Allegret. En ella, Dannielle Darrieux, Leo Genn y Erno Crisa dieron vida al triángulo Constante, Sir Clifford, Oliver. A mediados de los 70, Alan Roberts dirigía una versión libre de la novela titulada «Los pecados de la señora Chatterley», ideada para exclusivo lucimiento corporal de Sylvia Kristel; el siempre excesivo Ken Russell, cineasta que con anterioridad había rodado las adaptaciones de las novelas de D. H Lawrence «Mujeres enamoradas» y «El arco iris», completó su trilogía lawrenciana con «Lady Chatterley» (1993). También la cinematografía japonesa readecuó a su particular discurso el original literario con la versión de Katsuhiko Fuji en los años 70 de «Lady Chatterley en Tokio».
Ahora, y en un intento por devolver su contenido erótico-romántico a la trama original, la francesa Pascale Ferran reincide en «Lady Chatterley y el hombre de los bosques» -la segunda versión que D. H. Lawrence escribió de su célebre novela- tras la miniserie que, previamente, rodó para la pequeña pantalla. La exquisita fotografía de Julian Hirch y la banda sonora de Béatrice Thiriet se amoldan a la perfección al carácter academicista de esta producción, en la cual destaca la presencia de una actriz que ya nos sedujo en «Las invasiones bárbaras»: Marina Hands, quien dibuja con acierto las emociones internas de un personaje atrapado en una moralidad bifurcada en dos hombres diametralmente opuestos.
Título: «Lady Chatterley».
Director: Pascale Ferran.
Guión: Pascale Ferran y Roger Bohbot; basado en la novela "Lady Chatterley y el hombre de los bosques", de D.H. Lawrence.
Intérpretes: Marina Hands, Jean-Louis Coulloc'h, Hippolyte Girardot.
País: Estado francés y Bélgica, 2006.
Duración: 158 minutos.
Género: Drama.