crónica | protesta estudiantiles
Bloquear liceos para cerrar el paso a una reforma «nefasta»
La entrada del liceo rené cassin, cercano al recinto hospitalario de baiona, permanecía ayer bloqueada con todo tipo de materiales, por lo que el acceso al edificio era imposible. las frases y lemas de las rudimentarias pancartas y carteles que pendían de la verjas revelaban el motivo: los estudiantes exigen la retirada de la ley de autonomía universitaria.
Arantxa MANTEROLA
Lo hacen, además, con determinación y frescura. Tanto es así que los estudiantes de Cassin habían acudido al establecimiento a las 5.00 de la mañana para bloquearlo. Temían que la Policía, obedeciendo el mandato del presidente Sarkozy que ha ordenado desbloquearlos, se presentara a la hora de la apertura. De ahí la previsión tempapranera, los turnos y la actividad en el espacio de la antepuerta para que siempre hubiera gente para mantener el bloqueo.
Había quien se explayaba pintando carteles; otros se entretenían escuchando a compañeros suyos que ofrecían miniconciertos de todo tipo de música; otros explicaban a la prensa su enfado y las próximas iniciativas decididas en asamblea. Como aperitivo del periodo navideño, había quien apuntaba su petición de regalo en una carta gigante dirigida a «Papá Sarkozy». Así podía leerse «que los CRS distribuyan flores y no golpes» o «un mundomejor». Naturalmente la petición colectiva era que anule «su estúpida ley y abandone el gobierno».
«Uniformados»
Los policías que se hallaban apostados en las cercanías comenzaron a removerse un poco cuando vieron aparecer unos 150 jóvenes que se acercaban al liceo para sumarse a las decenas que ya se encontraban allí. Venían en grupo desde la estación de tren. Ataviados con trajes impecables y chaquetillas de cocinero, su indumentaria delataba que eran alumnos del liceo hostelero de Biarritz.
Hacia las 11.30 un nutrido grupo se desplazó a la rotonda de Saint-Leon, a la entrada de la capital labortana, no sin antes dejar un retén consecuente para «custodiar» la puerta bloqueada. Allí se dieron cita estudiantes de otros liceos para un pic-nic reivindicativo. Algunos de ellos, como Etxepare, de Baiona, o Ravel, de Donibane Lohizune, llevan prácticamente toda la semana cerrados. «En el liceo de Navarra de Donibane Garazi también han cesado las clases y algunos estudiantes de liceos privados como L'Argenté también se han adherido» informaba un estudiante, mientra que una joven se quejaba de que «había que obstaculizar el tráfico completamente y no en parte», como estaban haciéndolo sentados sobre la calzada.
Unos veinte profesores del liceo Cantau de Angelu se unieron a los estudiantes. Además de las «nefastas consecuencias que la ley Pécresse acarreará en el funcionamiento de las universidades», insistían en lo que los propios estudiantes llevan denunciando desde que empezaran las movilizaciones: la reforma pone en un riesgo certero la formación profesional, en particular la dirigida a un sector de jóvenes que tienen dificultades con los estudios.
Una de las profesoras explicaba con empeño el folleto informativo que ellos mismos habían elaborado para hacer más comprensible lo que la desaparición del BEP (certificado de estudios profesionales) va a suponer. «Este diploma permite la inserción profesional a partir de 14 años. Después de dos años de formación, con clases teóricas y prácticas, los jóvenes pueden acceder a un oficio, pero también sirve para motivarlos y que sigan los estudios durante dos años más hasta obtener el Bac profesional», declaraba.
Con la reforma que pretende la ministra Valérie Pécresse, el BEP desaparece y queda únicamente el Bachillerato Profesional, eso sí, con un año menos. Esto significia, según la profesora, «una reducción muy importante de la formación teórica y profesional y, para muchos alumnos, supone dejarlos fuera del sistema escolar».
Algo a lo que los estudiantes de los liceos que llevan la voz cantante de la protesta en Ipar Euskal Herria no están dispuestos. Hoy se manifiestan ante la sede de la patronal y, anuncian que continuarán el bloqueo de Cassin, «por lo menos hasta el sábado».