Los rojillos esperan un diciembre tan bueno como el de 2006
Osasuna obtuvo cinco victorias seguidas en liga, de modo que avanzó hasta a la octava plaza. Además logró dos grandes triunfos en la Copa de la UEFA y fue designado mejor equipo del mundo del mes.
GARA | IRUÑEA
Osasuna, aun consciente de la dificultad que entraña, sueña con repetir la hazaña de diciembre del año pasado, cuando lo ganó todo y fue elegido el mejor equipo del mundo de ese mes. De este modo, la plantilla rojilla podría respirar tranquila en la clasificación y dirigirse con paso firme hacia el objetivo de la permanencia. Desde luego, la actual situación del club iruindarra precisa de una reacción por el estilo.
Las alarmas ya se han disparado en el entorno del conjunto osasunista, después de encadenar tres derrotas seguidas ante Getafe y Espanyol en el estadio Reyno de Navarra y frente al Recreativo en Huelva. A resultas de tan nefasta racha, Osasuna se encuentra en la zona «caliente» de la tabla, en decimoséptima posición con 12 puntos tras la decimotercera jornada, si bien cuenta con un encuentro menos: el aplazado contra el Sevilla que se disputará en el estadio de El Sadar el miércoles que la semana que viene.
En el equipo de José Ángel Ziganda existe el convencimiento de arreglar la situación en breve y llegar al parón navideño en una situación desahogada, aunque este mes de diciembre se presenta de máxima exigencia. Al margen de disputar cinco encuentros de liga ante Deportivo, Valencia, Real Madrid, Mallorca y el aplazado frente al Sevilla, también le tocará enfrentarse al Mallorca en partido valedero para la Copa.
La cuestión es que, pese a la mala coyuntura clasificatoria, el conjunto navarro tiene, debido a la extrema igualdad de la presente edición liguera, la décima posición a tiro de tres puntos.
Por lo tanto, la actitud de los jugadores es de tranquilidad. Como botón de muestra, el capitán rojillo César Krutxaga comentaba el pasado lunes que «con muy poquito, el equipo puede volver a estar en la zona cómoda».
Gloriosa efeméride
Osasuna, aunque probablemente por otros motivos, atraviesa una situación parecida a la de la pasada temporada a estas alturas de la liga. En aquel entonces, el equipo iruindarra incluso estaba más agobiado que ahora.
Era el primer año de Ziganda en el banquillo, la plantilla sufría las consecuencias de la histórica eliminación en la previa de la Liga de Campeones y ello influyó en la marcha en la competición doméstica. El conjunto navarro se encontraba la pasada temporada a estas alturas de liga en puestos de descenso, con ocho puntos tras once partidos, también tras acumular tres derrotas consecutivas contra Sevilla, Real Madrid y Recreativo.
Sin embargo, los rojillos consiguieron enlazar una brillante racha de cinco victorias seguidas en liga para escalar diez posiciones: hasta el octavo puesto. El primer triunfo tuvo lugar ante el Deportivo el 26 de noviembre y en diciembre llegaron los cosechados contra Zaragoza, Mallorca, Villarreal y Levante.
A esas cinco victorias en la liga se sumaron, además, otras dos en la Copa de la UEFA, frente Odense el 29 de noviembre y contra Parma el 14 de diciembre, lo que le permitió ser designado como el mejor equipo del mundo de diciembre del 2006 por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol.
El mes de diciembre de este año puede volver a marcar la suerte de Osasuna. El calendario se presenta muy intento, debiendo jugar el día 23, el 2 y también el 6 de enero.