La editorial Erein ha sacado al mercado el libro-disco «Clásicos a la mano» y «Klasikoak eskura», dos versiones de un mismo proyecto escrito y dirigido por Javier Ziaurritz.

Sin pretender ser en ningún momento un libro de texto, la publicación busca servir de herramienta para iniciar a los más jóvenes en el mundo de la música clásica. El periodista Javier Ziaurritz, que durante veinticinco años acercó la música clásica al público a través de un programa de radio, aclara que «Klasikoak eskura» es un acercamiento, un estudio breve, un resumen de esta amplia disciplina.

La idea de este libro nace de una anécdota sucedida a un amigo del autor. «Durante un viaje de vacaciones, puso en el coche un CD de fragmentos de música clásica. Las hijas, ambas estudiantes de música en horario extraescolar y practicantes de varios instrumentos, se le echaron encima pidiéndole que quitara eso y pusiera algo más marchoso. Cuando me lo contó, comenzamos a pensar qué se podría hacer para acercar la música clásica de una forma amable a los jóvenes que, además, tienen que estudiarla en la asignatura de Música según la ley vigente de Educación». Pronto vieron que el proyecto podía interesar también, no sólo a profesores, sino al público en general. «Hay mucha gente que nunca se ha acercado a este mundo pensando que la música clásica es algo exclusivo, reservado a los eruditos. Con este producto queremos acercarla al común de los mortajes y para eso nos basamos en los programas que hicimos en la radio».

El libro, de menos de 100 páginas, repasa, mediante un lenguaje sencillo, la vida de 65 compositores, lo que acompaña con una ilustración a color. En los dos discos adjuntos se incluyen piezas musicales representativas de estos autores. El libro sigue un orden cronológico y dedica una última parte a repasar la vida y obra de los principales compositores vascos: Arrieta, Sorozabal, Olaizola, Aranbarri, Aita Donostia, Guridi, Maurice Ravel, Sarasate y Arriaga.

«Ha sido un difícil trabajo de síntesis, porque no queríamos hacer algo extenso. Tampoco ha sido fácil elegir las piezas musicales, porque no se trataba de incluir las obras más importantes de cada autor, sino las que pudieran resultar más fáciles y cercanas al público».