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Chivite replica a Sanz que quien «no cedió» y zanjó el proceso fue el PSOE

UPN y PSN polemizan ahora sobre a quién cabe atribuir la decisión de zanjar el intento de búsqueda de un acuerdo político resolutivo. Después de que Miguel Sanz se jactara de que la ruptura llegó «por nuestra firmeza», Carlos Chivite calificó ayer de «muy grave» tal afirmación y reivindicó que «ETA rompió la tregua porque el Gobierno de España y Zapatero no cedieron a sus peticiones».

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Ramón SOLA |

Pudiera pensarse que a ninguna formación política le interesa aparecer públicamente como la responsable de la ruptura del intento de buscar una solución al conflicto. Pero en Nafarroa pasa justo lo contrario. Miguel Sanz abrió el domingo en Milagro -donde UPN celebró su Día del Partido- un curioso debate al atribuirse como un éxito el final de la negociación. Sanz dijo que el proceso se quebró «por nuestra firmeza» y citó como prueba la manifestación del 17 de marzo en Iruñea, aunque para aquellos momentos la negociación política ya había quedado interrumpida, si bien en mayo todavía habría un intento final sin resultado positivo.

El secretario general del PSN, Carlos Chivite, no aprovechó la ocasión ayer para reprochar a UPN su actitud obstruccionista durante todos esos meses, sino exactamente para todo lo contrario: reivindicó que la responsabilidad corresponde en todo caso a su partido. «ETA rompió la tregua porque el Gobierno de España y su presidente Zapatero no cedieron jamás a las peticiones y pretensiones de la banda terrorista», argumentó. Respecto a la manifestación de marzo, cuyos resultados elogió Sanz en Milagro, Chivite la tildó de «indecente» y «cara», pero sobre todo de innecesaria. «El futuro y las libertades se defienden y desarrollan desde la verdad de la Constitución española y no por medio de una manifestación basada en dos grandes mentiras: que Navarra estaba en riesgo y que se estaba negociando con ella», comentó.

Contrapropuesta para blindar

Al mismo tiempo, y en coherencia con esta línea argumental, UPN y PSN vuelven a centrar sus discursos en cómo apuntalar el actual marco.

El domingo en Milagro, Sanz relanzó la idea de derogar la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución española, que establece el cuestionado mecanismo para la «incorporación» de Nafarroa a la CAV, nunca ensayado. Pidió expresamente abrir una negociación al respecto al PSN -que hace apenas tres años fue quien reflotó la idea a través del entonces portavoz parlamentario, Fernando Puras-. Ayer, el secretario general del partido, Carlos Chivite, puso sobre la mesa una contrapropuesta: que UPN logre que el PP acepte la inclusión de la lista de las actuales comunidades autonómicas en la Constitución, con lo que cree que ese mecanismo «quedaría sin efecto per se».

Chivite dijo que resulta curioso que la Transitoria Cuarta «preocupe tanto a los regionalistas de UPN como a los nacionalistas vascos: a los primeros para suprimirla y a los segundos para conservarla».

Desde IUN, el discurso del domingo de Sanz se tomó como la confirmación de que no hay cambio alguno en la actitud de UPN. José Miguel Nuin, nuevo coordinador, se quejó de que «quiere convertir la pluralidad identitaria en conflicto porque es ahí donde ganan tanto UPN como los nacionalistas vascos».

MANIFESTACIÓN

Chivite responde a Sanz que la marcha del 17 de marzo no sirvió para nada, además de ser «indecente» y «cara», ya que se basó en «la mentira de que se estaba negociando con Navarra: el tiempo la ha desmantelado».

TRANSITORIA

Frente a la propuesta de Sanz de negociar la derogación de la Transitoria Cuarta, el PSN apuesta por incluir en la Constitución la lista de las autonomías, con lo que Chivite estima que «quedaría sin efecto `per se'».

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