crónica | galardón a la cruz roja
Medalla de Oro en Iruñea para 143 años de camilleros y chalecos
El día grande de Nafarroa es también el de la entrega de la Medalla de Oro, que este año reconoce 143 años de historia, los mismos que Cruz Roja lleva atendiendo a los navarros. Una medalla que ayer fue recibida de manos de Sanz, pero que mañana tendrá su «verdadero» acto de entrega, repartida en «miles de pedacitos».
GARA
En el monumento conmemorativo en forma de pirámide que hay en la zona ajardinada aledaña al frontón de Orokieta se lee en euskara y castellano una inscripción que dice: «A los heróicos camilleros de Navarra de la Cruz Roja española, en homenaje a su humanitaria actuación en la acción de Orokieta los días 3, 4 y 5 de mayo del año 1872, por la que recibió su bautismo de sangre el actual cuerpo de tropas sanitarias de esta benemérita institución».
El texto hace alusión a la acción con que comenzó la tercera guerra carlista, cuya primera batalla se libró en Orokieta entre las tropas del pretendiente Carlos VII, que había cruzado la frontera el día 2 de mayo, y las del general Domingo Moriones. La batalla se saldó con la derrota carlista y en ella se distinguieron los cuerpos de camilleros de la Cruz Roja, fundada en Nafarroa pocos años antes.
El movimiento internacional de Cruz Roja había nacido en 1863, con la constitución del Comité Internacional de Cruz Roja y la firma, un año más tarde, del Primer Convenio de Ginebra por parte de doce estados, entre los que se encontraba el español. Precisamente dos navarros, Nicasio Landa y Joaquín Agulló, formaron parte de esa representación y fueron los precursores de Cruz Roja en el Estado, estableciendo la primera Asamblea Local el 5 de julio de 1864 en la capital, Iruñea.
Ayer, los representantes de Cruz Roja Navarra recibieron de manos del presidente Miguel Sanz la máxima distinción que se otorga por el Gobierno navarro, la Medalla de Oro, un reconocimiento a sus actuales 3.000 voluntarios y a los 10.000 socios y colaboradores que respaldan esta institución que desempeña múltiples tareas, entre ella una más que anecdótica: atender a los heridos en los peligrosos encierros de San Fermín. Sólo en el último año, 16.000 personas fueron atendidas en este territorio.
El presidente de Cruz Roja Navarra, Joaquín Mencos, agradeció ayer en el acto de entrega el galardón que, según subrayó, les «reafirma» en su filosofía institucional reflejada en sus principios fundamentales: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, carácter voluntario, unidad y universalidad.
«Miles de pedacitos»
Esta medalla, según Mencos, se divide «en miles de pedacitos que corresponden a cada una de las personas que han hecho posible estos 143 años de servicio». En este sentido anunció que mañana, Día Internacional del Voluntariado, entregará este galardón a «toda la Cruz Roja en Navarra, la de antes y la de ahora». Irá dedicada, como dijo, a esos «pioneros que abrieron camino, que lo consolidaron con su esfuerzo, compromiso y dedicación».
El máximo representante de la entidad homenajeada en el día grande de Nafarroa no pudo sino animar a «toda la sociedad navarra a que se acerque a su Cruz Roja, que colabore, como socio, como voluntario en nuestras 17 asambleas locales; próximamente 18 con la creación de una nueva en Mendavia». Quien lo hace ya, tiene una cita este miércoles, a mediodía, junto al monolito de Orokieta. Allí, los «camilleros de Landa» comenzaron a forjar este galardón.