Rosa Cobos, esposa de José María Bravo -principal imputado en el presunto fraude de la Hacienda de Irun- aseguró que entre los bienes embargados al matrimonio por la jueza no se incluía su vivienda de Urruña, y afirma que vendió el inmueble «antes de imaginarse» que iba a ser imputada.

Cobos presentó ayer ante el Juzgado de Irun un documento como paso previo a la declaración que deberá prestar el próximo día 10. El pasado 13 de noviembre la Diputación de Gipuzkoa dio a conocer que la venta de este inmueble tuvo lugar el 25 de junio por un importe de 1,25 millones de euros, mientas que el juzgado instructor decretó el embargo de los bienes del matrimonio imputado el pasado 30 de mayo.

Sin embargo, según las explicaciones que da Cobos en el citado documento, el 2 de febrero de 2007 el matrimonio ya había aceptado una oferta de adquisición, conforme a la legislación francesa, que era «vinculante» y desde el 23 de febrero existía un «precontrato de compraventa» firmado en una notaría de Donibane Lohizune. Añade que no ha ocultado la venta porque «en ningún momento del procedimiento se ha dictado resolución alguna en la que se acordara su embargo».