El acuerdo presupuestario rubricado por el tripartito y el PSE para Araba consigna 1.060.352 euros para la partida destinada a Políticas Lingüística, es decir, el 0,04% del montante presupuestario total, un porcentaje muy inferior al 0,095% que se había apuntado por parte de la diputada de Euskara y Cultura, Lorena Lopez de La Calle. Así lo aseguró ayer ANV.

Cabe destacar además que la asignación para la política lingüística queda muy por debajo del 2% que el Plan General de Recuperación del Euskara del Ejecutivo de Lakua solicita a los ayuntamientos para esta materia. La formación ekintzale ha pedido al respecto que se consigne el 2% del presupuesto foral a la normalización del euskara, como propone el Acuerdo Sociopolítico de Kontseilua.

En rueda de prensa, esta formación ha exigido «un diagnóstico acerca de la situación que vive el euskara en la totalidad de Araba, a nivel comarcal y sectorial, al objeto de analizar las necesidades de medios y financiación, que posibiliten una posterior asignación presupuestaria acorde con la realidad». Según ha asegurado ANV, las normas forales de 1998 «siguen sin cumplirse, de tal forma que el Servicio foral de Euskara lo integran cinco trabajadores, en un contexto de 850 trabajadores en la Diputación y más de un millar en Bienestar Social».

«También Trebiñu y Aramaio»

También ha señalado la formación abertzale que «siguen sin poder cumplirse los planes de normalización de la utilización del euskara de 2005; de mala manera logrará la Diputación de Araba cumplir el servicio de normalización en todo el herrialde con los presupuestos».

Junto a esta valoración, ANV ha mostrado su disposición a trabajar a la Diputación «si se adopta una política lingüística eficaz y medidas que sitúen al euskara en el camino adecuado, respetando los derechos lingüísticos de los alaveses y haciendo realidad la oficialidad de la lengua vasca en este herrialde, «incluyendo Trebiñu y Aramaio, municipio de UEMA».

Considera ANV que «si hay voluntad, tienen la posibilidad de modificar los presupuestos. Tendemos la mano, pero no admitiremos un nuevo fraude con la política lingüística.