Cuestiones económicas me impiden ir a verte hasta dentro de muchos años, así que he querido escribirte esta carta de despedida por si acaso... porque aquí en el País Vasco, como decimos en México «...las cosas se están poniendo refeas, remalas, redifíciles...» o, como se dice por acá, «las cosas no pintan nada bien...». No sé si dentro de una semana, un mes o un año, yo también estaré en la cárcel y no sé si nos dará tiempo de despedirnos antes, porque sé bien que tu salud está cada vez más deteriorada, pero para que me entiendas, intentaré explicarte de forma sencilla. Sé que me entenderás porque tus seis hijos nacimos y crecimos en medio de esas luchas populares pidiendo justicia, y de esos movimientos sociales solidarios y reivindicativos, y porque a ti te tocó vivir de forma directa el secuestro, tortura, violación y encarcelamiento de tus hijos, por toda esa sabiduría de dolor y sufrimiento se que me entenderás.

Resulta que desde la época de Franco han fusilado a civiles, intelectuales y religiosos con ideología comunista, anarquista y nacionalista, hubo muchas vícti- mas, muchas muertes y desaparecidos, sin castigo hacia los asesinos físicos e intelectuales. Y ahora, en pleno siglo XXI, estos hechos se repiten. Desde hace años y meses aquí en el País Vasco hay gente torturada, hay muchos presos políticos vascos dispersados por toda la geografía española y francesa, hay continuamente detenciones masivas de jóvenes, de intelectuales, de gente que lucha por su pueblo, de gente bien organizada en movimientos sociales, bien coordinada, con ideas claras acerca de sus reivindicaciones y gente que nunca ha robado o disparado a nadie, padres y madres de familia, trabajadores como muchos otros, pero que ahora se les acusa de terroristas, incluso se les detiene arbitrariamente por temor a fuga como si fuesen peligrosos delincuentes o asesinos.

Por favor cuenta a mis paisanos que aquí en Europa, y concretamente en el Estado español, no hay justicia ni democracia, los políticos que provocan guerras, que ordenan tortura, que roban miles de euros, que se burlan de su pueblo y que cometen muchas injusticias están libres, y son libres de cometer cualquier arbitrariedad contra todo un pueblo. A ETA se le condena porque utiliza armas y a todos estos detenidos sin armas y con mucho currículo de lucha social y política se les acusa en la misma medida de terroristas, se intenta presionar, aniquilar y desaparecer a la izquierda abertzale. Ahora que vienen las elecciones estorban por que son muchos, hay cantidad y calidad, por tanto hay que aniquilarlos acusándoles de cualquier cosa. No se les permite una participación política desde un partido político, no se les permite una participación social desde sus movimientos y organizaciones sociales y no se les permite ser y existir como vascos, es pecado y delito sentirse vasco.

Por el momento es lo que te comparto, ya te iré contando lo que sucede, porque creo que la forma tan arbitraria, injusta y poco inteligente de actuar de los políticos provocará nuevos y graves conflictos, así que no sé si la próxima carta te la escribiré desde una prisión y si serán suficientes las cárceles para todos los que reprobamos, repudiamos y condenamos el terrorismo político que se está cometiendo hacia toda la izquierda abertzale. Saluditos y que nos vaya bonito a todos hoy y siempre.

Tu hija, la que emigró a una Europa injusta.