El Instituto Geográfico Nacional (IGN) y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) acaban de suscribir un acuerdo para dotar de una red sísmica propia a los embalses de Itoitz y Esa. Según dicen, con esta medida pretenden «acallar» las críticas de los grupos opositores a estas dos grandes presas, al tiempo que vuelven a reiterar que se trata de las obras «mejor dotadas del mundo» desde el punto de vista sismológico.

¿Cómo valora el acuerdo suscrito entre el Instituto Geográfico Nacional y la Confederación Hidrográfica del Ebro para dotar a Itoitz y Esa de una red sísmica propia?

Este acuerdo es la constatación de una realidad, que es, tal y como dicen los informes técnicos realizados por los profesores Antonio Casas y Joaquín García Sansegundo para la Coordinadora de Itoiz, que el llenado del embalse el que está produciendo sismicidad inducida. En el informe encargado en su día por el Ministerio de Medio Ambiente al Colegio de Geólogos lo llaman «sismicidad anticipada», y aunque se le da distinto nombre, viene a ser lo mismo.

Dicen que van a ser las obras mejor dotadas del mundo desde el punto de vista sismológico. ¿Esto mismo no lo habían dicho ya anteriormente?

Así es, lo están constantemente repitiendo. Es evidente que si son las zonas mejor estudiadas y dotadas, es porque hay graves problemas sísmicos. Y lo más grave es que esta actividad sísmica está favoreciendo el deslizamiento que se viene produciendo en las laderas izquierdas de ambas presas.

El IGN y la CHE también argumentan que los grupos opositores a estas presas han generado una «gran alarma» en la zona y que, con estas medidas, pretenden acallar dichas críticas. ¿La alarma la generan los grupos o los 1.593 terremotos registrados desde que comenzó el llenado del embalse de Itoitz?

Ni la Coordinadora de Itoiz ni los grupos opositores están creando alarma alguna. La alarma la están creando los continuos terremotos y los ruidos extraños que se vienen registrando desde que comenzó el llenado del embalse de Itoitz. La Coordinadora de Itoiz lo que hace es dar a conocer públicamente los datos de los terremotos que se producen casi a diario en Itoitz y en sus inmediaciones, y también otros datos sobre el deslizamiento de laderas, datos que estamos obteniendo con muchos esfuerzos debido a las trabas y dificultades que nos está poniendo el Ministerio de Medio Ambiente.

Tras la firma de dicho acuerdo, el IGN y la CHE aseguran que se harán públicos informes sismológicos de ambas presas cada quince días. ¿Cree que estos informes van a servir realmente para algo?

Yo creo que dichos informes no van a servir para mucho, ya que, casi cuatro años después de que comenzara el llenado del embalse de Itoiz, siguen los terremotos, siguen los ruidos extraños en el subsuelo y siguen los deslizamientos de las laderas. En cualquier momento se puede producir un gran terremoto que puede acelerar el deslizamiento de la ladera y lo puede volver rápido e imparable. La única forma de evitar tanto los terremotos como los ruidos y el deslizamiento de la ladera es procediendo al vaciado controlado del embalse.

El IGN y la CHE también aseguran que, «si por casualidad se diera algún riesgo», serían capaces de preverlo con muchísima antelación. ¿Se puede prever un gran deslizamiento de la ladera con la antelación necesaria para evitar una catástrofe?

Quizás podrán prever un deslizamiento, pero si ese deslizamiento se vuelve rápido, nunca podrán detener una gran masa de tierra deslizable. En el caso de Itoiz se trata de una ladera izquierda equivalente a 20 hectómetros cúbicos o 50 millones de toneladas de materiales. Si esa masa de tierra y rocas cae a gran velocidad al embalse y éste se encuentra lleno de agua, puede provocar una gigantesca ola de agua como ya ocurrió en Vajont, en Italia, donde hubo casi 2.000 muertos.