CESTA
Un caramelo que puede ser demasiado peligroso
Asier AIESTARAN
Está claro que la pelota necesita torneos y campeonatos para que la gente acuda al frontón. Y si esas competiciones aglutinan a la flor y nata de la pelota a mano el seguimiento tanto de público como mediático está asegurado. Seguramente habrá sido la reflexión de Aspe, Asegarce y BBK para organizar un Masters que, sobre el papel, se presenta atractivo como pocos. Pero, igualmente, por el formato y los protagonistas elegidos, la propuesta se puede convertir en un arma de doble filo. Para un Barriola al que le costará recuperarse de su derrota en la final del Cuatro y Medio y que, como él mismo reconoció, piensa ya en el Parejas como su próximo objetivo; para un Irujo que, tras tantas lesiones, lucha por poder lograr una continuidad que le haga recuperar su verdadero nivel; o para un Patxi Ruiz que volvió a las canchas el pasado domingo tras más tres meses de inactividad por una intervención quirúrgica, un torneo de mano a mano en todo el frontón y prácticamente sin ningún entrenamiento específico no parece el mejor de los escenarios. Ojalá todo salga bien, pero podría ser un caramelo demasiado peligroso.