Una de las claves de la victoria del Real Madrid de la Liga ACB 2006/07 estuvo en el tercer partido de semifinales entre DKV Joventut y el conjunto blanco. Los de «Aíto» García Reneses ganaron el choque 85-71 y se adelantaron por dos a uno en la semifinal, a una sola victoria de la final. Paradójicamente, ahí se comenzó a gestar su eliminación. Con el partido decidido, Bennet y Rudy Fernández ensayaron un alley oop. El escolta mallorquín anotaba y hacía saltar a la afición del Palau Olímpic, pero se desequilibraba en la caída al tropezarse con Felipe Reyes que, por una vez, no tuvo la culpa. Resultado: trompazo terrible en la cadera para Rudy y una baja de la que no se pudo recuperar DKV Joventut.

Tres años antes, en la final de la Copa de 2004, Tau Baskonia se imponía a la «Penya» por 81-77, pero el MVP de la final -una decisión bastante polémica- fue para un imberbe Rudy Fernández, que protagonizó la jugada de la final. Después de agarrar a enorme altura un rebote ofensivo, protagonizó su primer alley hoop entre profesionales, poniendo él solo -en una final de Copa, ante docenas de ojeadores de la NBA, liderando a su equipo con sólo 19 años ante el Tau Baskonia de Dusko Ivanovic, Calderón, Nocioni, Scola, Macijauskas...- patas arriba el polideportivo San Pablo de Sevilla.

Desde la final de la Copa 1998 y una larguísima travesía del desierto con multitud de problemas económicos, cambios de patrocinadores, en su dirección... el Joventut de Badalona, penúltima «reserva india» del baloncesto vuelve a florecer, desafiando la jerarquía de los clubes «futboleros», azulejeros, bancarios... Lidera la clasificación de la liga y con su «doble R» -Rudy y Ricky- aspira a ser más que una sorpresa.

Del todo a la nada; de la nada...

Cuando en 1992 el famoso triple de «Sasha» Djordjevic privaba al gran Montigalá Joventut de la Euroliga, muchos aficionados de la «Penya» lloraron desconsoladamente. ¿Cuándo podrían volver a tener una oportunidad así? Dos años más tarde, el pabellón La Mano de Elías de Tel Aviv fue testigo del triple de «Corny» Thompson, que vengaba la derrota de dos años antes y daba al club verdinegro su, hasta ahora, única Euroliga. La «Penya» tocaba el cielo.

Paradójicamente, aquel éxito fue el comienzo de una crisis económica a todos los niveles. Los principales patrocinadores desertaron, los mejores jugadores, salvo Jordi Villacampa, tuvieron que ser vendidos, la calidad descendió y, por ende, los resultados deportivos cayeron en picado. El Palau Olímpic se fue vaciando... aunque, a diferencia del CAI Zaragoza, la «Penya» no desapareció.

En 1997 el cuadro badalonés ganaba su última Copa, con Turner como estrella, al remontar más de 20 puntos al sorprendente Cáceres. Un año después, la «Penya» de Julbe perdía la final de Copa ante Pamesa.

A partir de ahí, el Joventut entraba en una época gris. Entrenadores que no daban consistencia: Julbe, Pedro Martínez o Manel Comas... la retirada de Jordi Villacampa en 1998, las «estrellas en falso» de la cantera: Corrales, Sanmartín, Dramec... las salidas por la puerta de atrás de Sergi Vidal y Albert Miralles y el fichaje de Raül López y Mumbrú por el Real Madrid -que, al menos, dejaron dinero- hacían que la «Penya» pasara a tercer plano. Otros equipos como Unicaja, Tau Baskonia, Pamesa y Estudiantes, en cambio, ocupaban el lugar de los verdinegros. En la temporada 2000/01 quedó más cerca la LEB que el play off.

Pero Jordi Villacampa, siempre leal a sus colores, ya trabajaba como presidente. Al fin, en la temporada 2003/04 volvió del «mundanal ruido» del Fc Barcelona «Aíto» García Reneses; el mismo que en los albores de los 80 hizo florecer el Cotonificio de Badalona. Todos esperaban que lo del «Coto» se volviera a repetir. Dicho y hecho. «Aíto» dio a la «Penya» la fe en sí misma. Con gente joven a su cargo -Sito Alonso, su ayudante, cumplió ayer los 32 años- un conjunto de veteranos -Digbeu, Tabak o Radulovic-, y obreros -Alzamora, Bueno, Paco Vázquez, Guzmán, Marco o Dumas- llegaba a la final de Copa. Delante de todos ellos, un chaval capaz de poner del revés un pabellón de un salto: Rudy Fernández.

Un año más tarde, DKV Joventut ganaba la FIBA Cup y un año después lograrían clasificarse para la Euroliga. Además, su «niño prodigio», Ricky Rubio, debutaba antes de cumplir 15 años. Ahora, la «Penya» juega tan alegre como siempre pero es más madura y opta a ganarlo todo. ¡Tiembla ACB!