Sarkozy y Buteflika firman un acuerdo de cooperación sobre energía nuclear
Argelia y el Estado francés acaban de firmar un amplio paquete de acuerdos empresariales, entre los que se incluye la cooperación en materia de energía nuclear. Sarkozy, de visita oficial, y Buteflika resaltaron el «gran potencial de complementariedad» entre ambos países.
GARA |
El Estado francés formalizó ayer con Argelia un amplio paquete de contratos que supondrán varios miles de millones de euros para las empresas francesas. Entre ellos figura un acuerdo de cooperación sobre energía nuclear para fines pacíficos.
Según los términos del compromiso dado a conocer en Argel, el acuerdo concierne a la transferencia de tecnología, la formación y producción de electricidad de origen nuclear y la explotación del mineral de uranio del que existen algunos yacimientos en el sur del país africano. Se trata del primer paso de una colaboración que debería permitir a Argelia dotarse de una central nuclear en 2020.
Otro acuerdo de magnitud económica es el suscrito entre Total y la empresa argelina Sonatrach para la construcción de un complejo petroquímico en la región de Arzew, cerca de Orán, que supone una inversión de unos 300 millones de dólares, precisó el grupo petrolero francés en un comunicado.
Esa planta, de una capacidad de 1,4 millones de toneladas de etano, y que estará alimentada con el gas de los yacimientos del sur de Argelia producirá 1,1 millones de toneladas anuales de etileno que será transformado en polietilino y mono-etileno destinados, sobre todo, a la exportación, pero también al mercado argelino. La puesta en funcionamiento de este complejo se prevé en cinco años.
Asimismo, Sonatrach y Gaz de France decidieron establecer colaboraciones que alcanzan un monto anual de unos 2.500 millones de euros anuales, la principal de las cuales consiste en prolongar el contrato de aprovisionamiento de gas argelino licuado para la compañía gasística estatal francesa hasta 2019.
Promesas mutuas
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su homólogo argelino, Abdelaziz Buteflika, coincidieron en desear un mayor estrechamiento de las relaciones.
«Nuestros países tienen la responsabilidad de sostener, liberar, promover y acompañar las iniciativas económicas, científicas y culturales que permitan renovar, adaptar y modernizar todos los aspectos que conciernen a esas relaciones», declaró Buteflika en el banquete ofrecido a la delegación presidencial francesa.
Sarkozy sostuvo que una de sus prioridades es conducir la «renovación» de las relaciones, «que deben verse separadas de la injusticia profunda del sistema colonial. Estamos dispuestos a mirar de frente esa parte de nuestra historia, incluido su aspecto más sombrío».
Respecto al conflicto del Sahara, el presidente argelino manifestó que la posición de su país «se determina por el apoyo a los pueblos bajo dominación extranjera y el pueblo saharaui tiene derecho a la autodeterminación».
Sarkozy llamó a Argelia a convertirse en uno de los «motores» de la Unión Mediterránea, un proyecto que Sarkozy considera debe ceñirse a la imagen de la Unión Europea. Buteflika mostró sus diposición a sostener este proyecto.