BALANCE REPRESIVO DE LOS ÚLTIMOS TRES MESES
Las detenciones llegan ya a los tres dígitos anunciados por Rubalcaba
Un somero repaso de lo ocurrido en los últimos tres meses en el país pone de relieve el incremento de la represión contra la izquierda independentista, tal y como adelantó el Gobierno español tras el fin del último proceso negociador. De entrada, se han practicado 165 detenciones, de las que 101 se han saldado con órdenes de cárcel. Las razias policiales también se han convertido en habituales, al igual que las denuncias de torturas en dependencias policiales.
Gari MUJIKA | DONOSTIA
Después de la suspensión del proceso negociador en junio, el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, hizo llegar a los mediadores internacionales el mensaje de que el Gobierno español ejecutaría un envite represivo contra el independentismo vasco que alcanzaría hasta un número de tres dígitos de detenciones. En tres meses han sido arrestados un total de 165 ciudadanos vascos, de los que más de un centenar han sido encarcelados.
Setiembre comenzó con la noticia de la detención de cuatro ciudadanos vascos en el municipio francés de Cahors, acusados de ser militantes de ETA, y el balance finaliza también con el arresto y posterior encarcelación de Gorka Lupiáñez. Desde el 1 de setiembre hasta el 12 de diciembre, el Colectivo de Presos Políticos Vascos cuenta con 101 vascos más, alcanzando la cota de 692 presos políticos. El número de detenciones practicadas es igualmente significativo: 165 vascos arrestados, de los que veinticinco han denunciado ser objeto de torturas.
Prohibiciones de Lakua
El 4 de setiembre, al tiempo que Lakua prohíbe la manifestación anual por los presos en Donostia, un militante de la izquierda abertzale de Oñati recibe amenazas contra su vida, junto a un artilugio en su coche.
Al día siguiente, París decretó el ingreso en prisión, por seis años, de Joxe Domingo Aizpurua, gravemente enfermo a consecuencia de un cáncer. El 7 de setiembre, un vecino de Iruñea denunció públicamente haber encontrado en los bajos de su vehículo un aparato de seguimiento y la alcaldesa impuesta de Lizartza, Regina Otaola, colocó la bandera española.
El 9 de setiembre Balza cumple con su palabra, y la Ertzaintza carga directamente contra los manifestantes de Donostia ocasionando decenas de heridos y varias detenciones; entre otros, el portavoz de Askatasuna Juan Mari Olano. Un día después, los presos políticos gravemente enfermos Marilo Fernández y Angel Figeroa ven rechazadas, una vez más, sus peticiones de libertad. Etxerat alerta sobre el recrudecimiento de las políticas carcelarias de los estados.
Presos enfermos, peor todavía
En los días posteriores, Madrid informa de las peticiones de cárcel contra los imputados por Udalbiltza, París entrega a cuatro vascos, la Guardia Civil incrementa los controles de carretera y la Ertzaintza detiene a un joven en Laudio. El preso Angel Figeroa sufre dos ataques epilépticos de gravedad.
El 20 de setiembre, la Guardia Civil arrestó a un vecino de Etxarri-Aranatz y la Audiencia Nacional acogió un juicio contra 9 jóvenes, en base a declaraciones policiales forzadas durante el periodo de incomunicación.
El día 24, la Gendarmería inicia un vasto operativo en Lapurdi y Nafarroa Beherea con 15 detenciones y varios registros. El 27, la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Ertzaintza impiden el acceso a varios lugares donde estaba previsto un acto en recuerdo a los gudaris.
Contra Batasuna en Segura
El 2 de octubre, además de la detención de Asier Tapia en Behobia, arranca la razia contra los dirigentes de la izquierda abertzale con el arresto de Joseba Alvarez y Oihana Agirre.
Dos días más tarde, gran parte de la Mesa Nacional de Batasuna es detenida en Segura y Olaberria. Ese día, el refugiado Juan Carlos Iriarte es detenido.
El 5 de octubre la Guardia Civil detiene a un joven en Tafalla, y al día siguiente a otros dos en Beriain, acusados de portar material de Segi en el vehículo. No será el único arresto similar. El 8 de octubre, 7 jóvenes comparecen en Madrid por denunciar el juicio contra Segi en el Parlamento de Gasteiz. Más de cinco manifestaciones son reprimidas a la fuerza durante estos días y un grave accidente de tráfico se suma a las consecuencias de la política de dispersión.
Se repiten las razias policiales
El 12 de octubre, día de la Hispanidad, la Ertzaintza arresta a un joven en Donostia. A la tarde, la capital guipuzcoana se convierte en una batalla campal.
Mientras siguen los arrestos de los mahaikides, la Guardia Civil arresta a Antxon Sasiain en Bergara y la Policía española detiene, el 17 de octubre, a seis jóvenes de Getxo; los días siguientes se realizan nuevos arrestos. Familiares de los detenidos en Getxo sufren un accidente al acudir a la Audiencia Nacional.
Entre el 23 y 28 de octubre se producen nuevas imputaciones en la Audiencia Nacional, detenciones de represaliados en Ipar Euskal Herria y París entrega a dos vascos a Madrid. El 29 de otubre, una nueva razia se salda con siete detenidos en Donostia. La segunda parte del operativo llegará el 7 de noviembre, con cuatro detenidos más y una veintena de viviendas, locales y «herriko tabernas» registrados.
Arrestos de imputados del 18/98
El 5 de noviembre, la Policía española arresta a Xeber Zubiaga para cumplir condena. En los días posteriores, más ciudadanos vascos son detenidos por las FSE con la misma finalidad.
Coincidiendo con la visita de Ricardo Sáenz de Ynestrillas, el día 6, la Ertzaintza detiene a un joven en Gernika.
Dos día más tarde, el preso Anjel Figeroa es llevado a la cárcel de Córdoba; solamente en el traslado sufre al menos tres ataques epilépticos.
El 14 de noviembre, la Policía francesa registra las «herriko tabernas» de Baiona, Ziburu y Hendaia, y Canadá acuerda extraditar a Bittor Tejedor.
El 20, las FSE detienen a cinco jóvenes en Burlata e Iruñea. Al día siguiente, se informa del intento de suicidio del preso Joan Bidart y de la detención del refugiado Pedro Mari Goikoetxea en Behobia. Un día más tarde, será Kontxi Iglesias la detenida en Lapurdi.
Diez jóvenes de Iruñea son detenidos la noche del 23 de noviembre, después de unos enfrentamientos con la Policía española. Una semana después comienzan los arrestos de la mayoría de los encausados en el sumario 18/98. El 4 de diciembre, 15 donostiarras son detenidos en las escalinatas de la Audiencia Nacional, de los que ocho ingresarán en prisión. Dos vascos son detenidos el 5 en el Estado francés, y el 6 la Guardia Civil arresta a Gorka Lupiáñez.
El colectivo de familiares de los presos vascos, Etxerat, informó en setiembre de que las condiciones carcelarias iban de mal en peor para los prisioneros vascos. El aislamiento y la desatención médica han sido las medidas más criticadas en este tiempo.
Como consecuencia de la doctrina que impuso en 2006 el Tribunal Supremo español, a día de hoy ya son 21 los prisioneros políticos vascos que, aun habiendo cumplido la pena impuesta por los tribunales de forma íntegra, siguen «retenidos» en prisión.
Tras la detención de Juan Mari Olano, Joseba Alvarez y Oihana Agirre, los arrestos de los dirigentes políticos de la izquierda abertzale tuvieron continuación en el operativo llevado a cabo por la Policía española el 4 de octubre en Segura y Olaberria.
El organismo antirrepresivo Askatasuna hace hincapié en la necesidad de la movilización ciudadana como elemento clave para «poner límites a la represión». Partiendo de que el Gobierno español pretende someter al país «a una nueva era represiva, con objeto de eliminar la lucha por la independencia mediante una estrategia de guerra que, a su vez, cierra las puertas a la solución», Askatasuna ha extendido a toda la sociedad la invitación a que secunde la jornada de paro y movilización convocada para mañana.
«Una salvaje planificación represiva». Eso es lo que, al parecer de Askatasuna, lleva a cabo, «punto por punto», el Ejecutivo del PSOE en las últimas semanas. Una planificación que contiende, a su juicio, todo tipo de exponentes: razias policiales, torturas, encarcelaciones, recrudecimiento de las políticas carcelarias, incremento de la persecución política o amenazas de ilegalización contra partidos políticos.
«Aunque la principal responsabilidad de llevar a cabo esta planificación represiva es de Zapatero y Sarkozy, no por ello se debe obviar la aportación fundamental que realiza también el PNV», prosigue el organismo antirrepresivo. Así, recuerda que la formación jeltzale «aplica la ilegalización, entrega vascos a Madrid, reprime manifestaciones y, en general, da una cobertura política, institucional y policial a Madrid en su objetivo de hacer desaparecer a la izquierda abertzale».
Por todo ello, y con objeto de «poner límites a la represión», Askatasuna ha llamado a la ciudadanía a que secunde el paro de una hora y las movilizaciones convocadas para mañana, jueves.
165
detenciones han sido las practicadas por las policías españolas y francesas en estos tres meses.
101
de los ciudadanos arrestados han sido finalmente enviados a prisión.
692
es ahora el montate total de las personas que aglutina el Colectivo de Prisioneros Políticos Vascos.
25
de los detenidos en este periodo han denunciado ser objeto de torturas y malos tratos en el periodo de incomunicación.
15
manifestaciones y protestas ciudadanas han sido reventadas por la Policía, hiriendo a decenas de personas. Algunas incluso han tenido que ser ingresadas en el hospital.
2
Familiares de presos políticos han padecido al menos sendos accidentes de tráfico, como consecuencia de la dispersión carcelaria. Una de ellas de gravedad.
48
prisioneros políticos vascos siguen a día de hoy aislados dentro de la prisión.
21
Atendiendo a la doctrina impuesta por el Tribunal Supremo, 21 presos vascos siguen «retenidos», a pesar de haber cumplido la pena impuesta por los tribunales españoles.
12
Una docena de presos políticos vascos siguen encarcelados en el Estado español y francés, a pesar de padecer dolencias y enfermedades incurables.
