Rusia exigirá una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para «anular cualquier declaración unilateral de independencia de Kosovo», advirtió ayer el representante ruso en el seno de la Troika [formada también por la EEUU y la UE] sobre este territorio, Alexandre Botsan-Jartchenko, según la agencia Interfax.

«Rusia exigirá, sin reservas, la anulación de esa decisión. Podemos exigir una reunión del Consejo de Seguridad, en la medida que una resolución del Consejo ha sido violada», declaró Botsan-Jartchenko.

Rusia, tradicional aliado de Serbia, se opone frontalmente a la independencia de Kosovo y aboga por mantener las negociaciones entre Pristina y Belgrado, que no han dado ningún fruto hasta el momento.

El ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, ya advirtió el lunes a los occidentales de que Moscú «haría todo lo que estuviera en su mano» para evitar que la ONU legitimase la independencia de Kosovo.

La resolución 1.244 de la ONU, proclamada en junio de 1999, confía la gestión de Kosovo a la propia de ONU a la espera de que se defina el estatus de este territorio. «Fue adoptada por el Consejo de Seguridad y sólo puede ser modificada por el Consejo de Seguridad», señaló Lavrov.

Por otra parte, el jefe de la misión de la ONU en Kosovo (MINUK), Joachim Rücker, calificó ayer de «ilegal» la apertura el lunes de una representación del Gobierno serbio en Kosovska Mitrovica, una ciudad al norte del territorio dividida entre albaneses (80.000) y serbios (20.000).

«Consideramos que estamos ante una acción contraria al marco legal kosovar actual y que es ilegal», señaló Rücker.

La inauguración de la oficina del Gobierno de Belgrado en Kosovska Mitrovica se interpreta como un intento de demostrar que esta ciudad es parte integrante de Serbia.

El norte de Kosovo concentra a la mayor parte la minoría serbia del territorio y han reclamado su unión a Serbia si se proclama la independencia.