Cuesta más caro lo que más se necesita
El periodo especulativo navideño convierte a diciembre en un mes especialmente temible para la mayoría de las economías domésticas. Sin embargo, los datos de inflación correspondientes a noviembre han sido particularmente negativos. Así, a falta de incorporar a la estadística la habitual subida del último mes del año, la inflación interanual en Hego Euskal Herria supera ya el 4% en todos los territorios. Por herrialdes, es Araba donde más subieron los precios.
Con ser malo el dato general, el detalle del mismo es todavía peor. Esa escalada de los precios se ha producido sobre los productos básicos, concretamente por el aumento del precio final de los alimentos, la ropa y el transporte. Es decir, que los que más han subido son aquellos productos de los que no se puede prescindir. Si se compara lo que costaban algunos de los artículos más consumidos en noviembre de 2006, ahora nos encontramos con datos como que la carne de pollo cuesta un 18% más, la leche se ha encarecido en un 23% y el aceite de girasol cuesta casi un 30% más. Sin duda son muchas la razones con las que se puede tratar de explicar esta alocada subida: desde las operaciones especulativas a la proliferación de intermediarios, pero es evidente que mientras «los grandes» recogen beneficios, pequeños productores y consumidores pagan los platos rotos.