Afganistán, la UE y la ONU tratan de resolver la situación creada tras la decisión de Kabul de declarar a dos diplomáticos europeos persona non grata y expulsarlos del país por, aparentemente, haber mantenido contactos con la insurgencia talibán.

Estos dos diplomáticos, el irlandés Michael Semple, número 2 de la misión de la UE en Afganistán, y un británico de la ONU cuya identidad no fue revelada, fueron obligados a abandonar el país, mientras que sus contactos afganos fueron detenidos por las autoridades de Kabul.

Los diplomáticos son acusados de haberse extralimitado en sus funciones y de haber perjudicado a la seguridad nacional afgana, según fuentes oficiales de Kabul.

Pese a ello, tanto en Kabul como en Bruselas o en Nueva York se trata de buscar una solución que satisfaga a todas las partes. En cualquier caso, los diplomáticos europeos abandonarán Afganistán hoy.

«Esperemos que pueda regresar rápidamente para continuar con el importante trabajo que esta llevando a cabo en aras de construir la paz, la estabilidad y el progreso en Afganistán», señaló Aleem Siddique, portavoz de la ONU en Kabul, en referencia al diplomático británico.

En la misión de la UE en Kabul, por su parte, mostraron su esperanza de que los dos diplomáticos puedan regresar pronto a Afganistán.

«Buscamos una solución que sea aceptable para todos», declaró el martes a France Presse en Bruselas Cristina Gallach, portavoz de la UE. «Estamos en permanente contacto con las autoridades afganas», añadió.