China recupera después de 800 años el mayor navío de la dinastía Song, y su tesoro
Marga ZAMBRANA | BEIJING
El mayor navío de la dinastía Song (960-1279), el «Nanhai I» y su tesoro, cuyo valor se asemeja al de los Guerreros de Terracota, ha emergido después de un sueño de ocho siglos como una de las escasas pruebas de la existencia de la Ruta Marina de la Seda.
El «Nanhai I» zarpó de la provincia meridional de Cantón un día del siglo XIII con destino, probablemente, a Oriente Medio, cuando se vio envuelto en una tormenta que lo sumergió hasta 30 metros de profundidad a 20 millas náuticas al oeste de la isla de Hailing, frente a la ciudad de Yangjiang.
Con los siglos, se acumuló una montaña de dos metros de limo sobre el barco que ha conservado prácticamente intactos el casco de madera y su contenido: miles de objetos de oro, plata y porcelana. El viernes pasado una grúa empezó lentamente a arrancar el navío de su lecho marino, envuelto en una jaula de acero de 3.000 toneladas, hasta que, 24 horas más tarde, el casco volvió a ver la luz del día después de ocho siglos.