El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aseguró ayer que el inicio de la operación en la que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberarán a tres personas retenidas por la guerrilla sólo estaba pendiente de la autorización del Gobierno colombiano. Chávez anunció que las «fórmulas» para llevar adelante este proceso habían sido ya acordadas con el grupo guerrillero y entregadas a las autoridades de Colombia.

Sólo unas horas después, el Gobierno de Álvaro Uribe dio luz verde al plan acordado por Chávez y la guerrilla colombiana para la recogida de la ex candidata a la Vicepresidencia Clara Rojas, su hijo Enmanuel de tres años de edad y la ex senadora Consuelo González de Perdomo.

Durante la presentación del plan en el Palacio Miraflores, en Caracas, Chávez expresó su confianza en que éstas puedan celebrar la llegada de 2008 con sus familiares, lo que parece bastante posible. «Ojalá recibamos el apoyo de Colombia. Queremos hacerlo todo público. Podríamos hacer una entrega clandestina -lo que hubiera ocurrido, según indicó, en caso de una negativa-, pero no, queremos que el Gobierno de Colombia y el mundo sepa lo que va a ocurrir. Queremos transparencia», dijo.

Gesto hacia el canje

Explicó que en el plan elaborado y aceptado por las FARC para la liberación unilateral de estas personas, como gesto para avanzar hacia la concreción de un canje humanitario en el país, cooperarán Argentina, Brasil, Cuba, Estado francés, Bolivia, Ecuador y Venezuela, cuyos presidentes han designado ya a sus emisarios. Lo mismo hará el Gobierno de Colombia, según anunció ayer.

Una vez autorizada la operación por Bogotá, que contempla el permiso para que aviones venezolanos se trasladen a Colombia desde un punto aún sin concretar de Venezuela, dos peque- ños aviones Falcon 90 y dos helicópteros, provistos de equipos médicos y personal sanitario y con distintivos de la Cruz Roja Internacional, se trasladarán a la ciudad de Villavicencio, en el departamento del Meta.

Una vez allí, la guerrilla entregará unas coordinadas para poder ubicar a los retenidos, que no se conocerán hasta el mismo momento en que los helicópteros despeguen del aeropuerto de esa ciudad. Cuando las tres personas a liberar sean entregada y se haya dado tiempo a los guerrilleros para volver a la selva, los helicópteros reiniciarán el vuelo y las dos mujeres y el niño liberados serán llevados a Venezuela, porque «el único pedido de las FARC es que nosotros recibamos a estos rehenes».

Luz verde

Al mismo tiempo que se hizo público en Caracas, el plan fue entregado al ministro de Asuntos Exteriores de Colombia, Fernando Araujo, en Bogotá. Pasadas unas horas, según un comunicado leído por el propio Araujo, Colombia dio luz verde a «la misión humanitaria en los términos» propuestos por Venezuela y designó como su representante a Luis Carlos Restrepo, comisionado para la Paz y la Convivencia del Gobierno.

En la nota oficial difundida desde la Casa de Nariño en Bogotá, el Ejecutivo colombiano autoriza el operativo en territorio colombiano, con acompañamiento internacional.

«El Gobierno de Colombia -añade- agradece al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y, en particular, al presidente, Hugo Chávez, su interés en la liberación unilateral e incondicional de estos tres secuestrados». Asimismo, «autoriza la misión humanitaria en los términos de su misiva y delega como su representante al doctos Luis Carlos Restrepo».

El texto acota que, «por razones constitucionales, las aeronaves que se empleen en esta misión humanitaria deben llevar los emblemas de la Cruz Roja Internacional», algo que ya fue anunciado previamente por Chávez en su rueda de prensa.

Las FARC anunciaron el 18 de diciembre que liberarían de forma unilateral a tres personas que mantenían retenidas. Según señaló la guerrilla, se trata «de un gesto de reconocimiento», en particular, hacia el presidente Hugo Chávez, cuya labor mediadora para el canje humanitario fue suspendida en noviembre por Bogotá.

Una vez obtenida la autorización del Gobierno de Colombia, la operación para su liberación, según manifestó Chávez, podría comenzar hoy mismo y concluir antes de que finalice el día.