Kimi Raikkonen y Ferrari ganaron el mundial de fórmula uno más competido y controvertido (y espiado)
El mundial de Fórmula Uno de la presente temporada ha sido uno de los más competidos de la historia del automovilismo pues el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) superó por un punto a Lewis Hamilton y Fernando Alonso, ambos de McLaren.
Pero el mundial de Fórmula Uno no sólo se ha jugado en la pista, sino fuera de ella, con los casos de espionaje de McLaren hacia Ferrari, resuelto con la exclusión del mundial de la escudería británica en la clasificación de constructores, y el de Renault hacia Mclaren, que terminó hace 20 días con la culpabilidad de la primera, pero sin sanción.
La espectacular presentación de la escudería McLaren en Valencia, con nuevos patrocinadores y nuevos pilotos, Alonso y Hamilton, no hacía presagiar que la temporada se iba a convertir en un infierno para ellos.
Alonso lograba su primera victoria con McLaren en la segunda carrera, en Malasia, y todo transcurría por caminos placenteros hasta Mónaco en el que se imponía Alonso y su compañero Hamilton, que no cesó de acosarle hasta la última curva, denunció a su equipo de favorecer al español.
A partir de ese momento, unido a la investigación de la FIA para comprobar que no habían existido órdenes de equipo en el mencionado gran premio, la convivencia dentro del equipo comenzó a deteriorarse rápidamente.
Pero la clave del mundial hay que situarla en Hungría, en agosto, cuando se cumplían dos tercios de campeonato. Hamilton, que lideraba el mundial con dos puntos de ventaja sobre Alonso, desobedeció repetidamente las órdenes del equipo y éste retrasó su salida a la pista para impedir que el británico pudiera completar su última vuelta.
Intercambio de insultos entre Hamilton y el director de la escudería, Ron Dennis, -«no me vuelvas a hacer esto en tu puta vida» decía el piloto por radio, a lo que contestaba el patrón «y tú no me hables así en tu puta vida»-, denuncia de Hamilton a su equipo ante los comisarios y éstos sancionaron a Alonso con la pérdida de cinco puestos en la salida y al equipo la pérdida de los puntos.
Pero en la mañana de ese GP Dennis y Alonso protagonizaron otra agria discusión, en la que el piloto amenazó a Dennis con entregar documentos a la FIA relacionados con el espionaje a Ferrari, de cuya acusación había salido indemne en primera instancia.
Multa de 100 millones de dólares
La FIA pidió a los pilotos de McLaren-Mercedes que colaboraran en la investigación, bajo pena de retirada de su súper licencia, y Alonso y De la Rosa entregaron algunos correos electrónicos y tras una nueva reunión del Consejo Mundial, la FIA excluyó a McLaren del mundial de constructores y le impuso la mayor multa en la historia del deporte: 100 millones de dólares.
Tan solo faltaban cuatro pruebas por disputarse y Hamilton contaba con tres puntos de ventaja sobre Alonso y 18 sobre Raikkonen, que sólo podía esperar un milagro o un regalo de McLaren, como así sucedió.
Otra prueba clave de la temporada fue en Japón. Los Ferrari no eran informados de que tenían que partir con los neumáticos de lluvia extrema como el resto de los coches y se veían obligados a parar en la tercera vuelta, quedando relegados, de momento, a los dos últimos puestos de la clasificación.
Alonso sufrió un accidente en el que destrozaba su monoplaza y en la neutralización de la carrera para retirar el coche, Hamilton, que marchaba líder, redujo drásticamente la velocidad en una curva, hasta el punto de que sus rivales creían que había roto e iba a abandonar y provocó el accidente de Webber (Renault) y de Vettel (STR Ferrari).
La acción de Hamilton fue investigada y los comisarios no encontraron nada punible y salió absuelto. A partir de ese momento Hamilton tenía vía libre para convertirse en el primer debutante en conseguir el título mundial, pero iba a cometer su primer error de la temporada. Hamilton entró demasiado fuerte en en ángulo de entrada a la calle de boxes y sumó su primer abandono de la temporada y propició que a falta de disputarse el GP de Brasil, tres pilotos aspiraran a conseguir el campeonato.
Hamilton tenía todo a su favor con cuatro puntos de ventaja sobre Alonso y siete sobre Raikkonen, pero en menos de un kilómetro echó por tierra todas sus opciones al intentar devolverle a Alonso el adelantamiento que le había hecho en la salida y salirse de la pista, y bajó a la séptima plaza.
Raikkonen, que había logrado tres victorias y un tercer puesto en las cuatro últimas carreras se proclamaba campeón del mundo casi sin quererlo y Alonso, que terminaba empatado a puntos con Hamilton, a tan sólo uno del finlandés, no podía conseguir su tercer título consecutivo.
Dos semanas después de Brasil, Alonso, al que le quedaban aún dos años de contrato, se desvinculaba de McLaren y en diciembre anunciaba su regreso a Renault.