Lizartza es un tranquilo pueblo de la comarca de Tolosa limítrofe con Nafarroa que hasta hace unos meses sólo era conocido por sus pequeñas pero afamadas empresas del sector alimentario, como Agua de Insalus o la pastelería Casa Eceiza. Pero la irrupción de una regidora del PP en su Ayuntamiento ha terminado con el sosiego que se respiraba en las calles de esta pequeña localidad de 600 habitantes al convertirla en portada de todos los periódicos e informativos del Estado español. La propia alcaldesa se ha encargado de difundir esa «popularidad» con sus constantes visitas a los más diversos puntos de la Península como primera alcaldesa del PP «en un feudo histórico de la izquierda abertzale».

Los primeros viajes efectuados en este singular periplo tras su nombramiento fueron a la sede de TVE en Madrid, donde fue entrevistada el 14 de setiembre, y a Ávila, donde el 5 de octubre recibía un homenaje de los cargos públicos del PP de dicha provincia. En el acto, que contó con la presencia del secretario general del partido, Ángel Acebes, Otaola señaló que no siente «miedo» por las «amenazas» que dijo recibir en ese «pueblo difícil» y que, de lo contrario, se quedaría «en casa». No obstante, quiso dejar claro que no va «de mártir».

Pocos días después, el 12 de octubre, la alcaldesa celebró el Día de la Hispanidad en un cuartel de la Guardia Civil, y el 16 de octubre la propia Otaola y tres de los concejales de Lizartza acudían a Burgos para recibir un homenaje del Foro Burgalés de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, un acto que contó con la presencia de José Antonio Ortega Lara, funcionario de prisiones secuestrado por ETA.

Una de las actividades en las que Otaola estuvo inmersa durante el mes de noviembre fue el proceso de designación de cargos directivos de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), para cuya presidencia fue propuesta como candidata por el propio presidente del PP, Mariano Rajoy. No obstante, su candidatura obtuvo menos votos que la del candidato del PSOE, por lo que tuvo que conformarse con la vicepresidencia primera.

El mes de noviembre, además, deparó una de las imágenes más destacadas de su frenética actividad, al presentarse en primera línea de la manifestación convocada por la AVT el día 24 para pedir la ilegalización de ANV y EHAK. Antes de concluir el mes, tuvo tiempo para hacer una gira por diversas capitales andaluzas como Granada o Cádiz para apoyar la campaña electoral de los candidatos del PP.

Al margen de visitas y homenajes, Otaola acudió en diciembre a Valencia para participar en las deliberaciones del jurado en el Premio Convivencia de la Fundación Manuel Broseta, que este año ha recaído en el presidente francés Nicolas Sarkozy.

El último de sus viajes antes de finalizar el año lo realizó a mediados de diciembre a Palencia para presentar un ciclo de charlas sobre «Nacionalismo y terrorismo» organizado por la delegación provincial de la AVT.

«Por el pueblo»

Mientras tanto, los habitantes de Lizartza se quejan de que los problemas que realmente les afectan siguen sin solucionarse, pese a que la alcaldesa reitera en cada uno de sus viajes que su afán es «mejorar la vida de los vecinos». Precisamente, el 1 de octubre ofreció una rueda de prensa para anunciar una serie de medidas «por el pueblo» que finalmente consistieron en «mantener las fachadas y las calles de Lizartza libres de pintadas y carteles» y en convocar un homenaje a un guarda del Icona que falleció en un atentado de ETA en 1978 cuando residía en esta localidad.

Los vecinos denuncian que la alcaldesa sólo acude al Ayuntamiento a adoptar resoluciones «para hacer daño al pueblo», en referencia a la retirada de las ayudas a los familiares de los presos políticos, la denuncia contra dos vecinos del pueblo -uno de los cuales tuvo que declarar en la Audiencia Nacional-, el cambio el nombre de la plaza principal, el envío de ertzainas para impedir la celebración de manifestaciones pací- ficas o la colocación de la ban-dera española, decisión que tuvo que ser defendida en un bando municipal tras ser ampliamente contestada por los vecinos con la colocación de ikurriñas en los balcones.

Otro de los acuerdos también alejado de la realidad local y que ha causado estupor ha sido la presentación en Lizartza de la campaña «Somos España» de las Nuevas Generaciones del PP. Pero este ambiente puede verse enrarecido aún más al conocerse que la alcaldesa ha cursado una invitación a Rajoy para que celebre un mitin en esta localidad durante la campaña para las próximas elecciones de marzo.

Ante esta situación, los vecinos han iniciado una recogida de firmas que serán remitidas a diferentes instituciones, así como a Estrasburgo. Otaola se ha apresurado a pedir a los vecinos que no firmen por tratarse de una campaña de «ETA-Batasuna» que no tiene otra intención que «hacer un listado de los vecinos del pueblo», ya que son unos «totalitarios que piensan que el pueblo les pertenece». En quince días han recogido más de 300 apoyos. Otaola logró 27.