Una decena de miembros de SOS Racismo se concentró ayer frente a la sede del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), en Bilbo, para reivindicar la igualdad de derechos para todas las personas y la abolición de la Ley de Extranjería española. Diego Jauregi, portavoz del organismo ciudadano en Bizkaia, denunció que si los Reyes Magos, «que vienen de Oriente, no fueran magos, no tendrían un visado y no podrían venir de ninguna manera, sino fuera en patera».

Mientras un grupo de personas portaba una pancarta con el lema «Paperak denontzat. No a la Ley de Extranjería», dos peculiares olentzeros reclamaron la desaparición de la actual legislación española, a la que definieron como «absurda e inhumana». Los carboneros trataron así de solidarizarse con aquellas personas venidas de otros puntos del globo terráqueo, principalmente de países pobres, a los que se les excluye por el mero hecho de ser extranjeros y no disponer de papeles.

SOS Racismo quiso aprovechar estas fechas navideñas, «donde todo el mundo se pone a hablar de solidaridad y de buenas intenciones», para subrayar que alrededor de 15.000 personas no pueden acceder en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa a muchas prestaciones y servicios básicos por ser inmigrantes. Además, Jauregi remarcó que la ley posibilita que, junto a la sangrante exclusión social, exista una pujante economía clandestina y la consiguiente explotación de las personas.

«Están muy bien los árboles de navidad, las fiestas y estas copiosas comidas, pero no nos podemos olvidar -incidió- que hay un montón de gente a la que tenemos absolutamente discriminada».

El portavoz del colectivo señaló que todas las leyes de protección social que impulsa el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero -Dependencia, 2.500 euros por nacimiento o ayudas para acceder a una vivienda- no tienen como destinatarios a los extranjeros sin papeles. «Está en manos de nuestras instituciones y se está haciendo más bien poco o nada», puntualizó.

Con cientos de muertos al mes en el Estrecho, Olentzero, acompañado de miembros de SOS Racismo, arropó a los inmigrantes. Jauregi resaltó que los Reyes Magos, si fueran unas personas de verdad, «serían considerados vendedores ambulantes, detenidos y llevados a la cárcel por estar vendiendo en la calle». Otro personaje central de estas fechas, la Virgen María, no tendrían acceso a las ayudas por nacimiento «y sería una refugiada palestina, sin papeles, tratando de sobrevivir, con un empleo irregular de limpiadora, sin atraverse a reivindicar sus derechos laborales básicos».

Los Magos de Oriente, por ser personas mayores -según el representante del colectivo solidario-, no accederían a prestaciones básicas como una plaza en una residencia o una pensión básica de jubilación al no poderse empadronar. «Las discriminaciones son constantes», apostilló el portavoz de SOS Racis- mo, que reclamó de la ciudadanía en general que luche por acabar con esta situación que cada vez sufre un número más importante de personas.