El general rebelde Laurent Nkunda reiteró la vigencia del alto el fuego pese a la decisión del Gobierno de la República Democrática del Congo de retrasar el inicio de la conferencia de paz, previsto el pasado jueves.

Nkunda, cuyas tropas combaten al Ejército en Kivu Norte, reiteró que mantiene su compromiso alcanzado con delegaciones de EEUU, UE y Unión Africana para posibilitar la conferencia en Goma.

Pese a ello, el Gobierno de la RDC reiteró que «Nkunda es un criminal y no importa qué plataforma utilice para su discurso». El Ejecutivo dio muestras claras de que no está interesado en la conferencia al asegurar que «tarde o temprano, le derrotaremos», y al criticar que «Nkunda cuenta con la complicidad de algunas partes interesadas».

A día de ayer, el Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) de Nkunda no había sido invitado oficialmente.

Drama en Kivu Sur

Cruz Roja Internacional ha alertado de una nueva oleada de desplazados de Kivu Norte que han llegado a Kivu Sur.

Se cifra en 800.000 los desplazados por los combates sólo este año.

«La situación es crítica. Salta a la vista la vulnerabilidad de las personas recién llegadas. Contrariamente a los anteriores desplazamientos en la misma zona, tuvieron que abandonar precipitadamente sus casas, sin tiempo para llevar lo mínimo indispensable. Además, a menudo son víctimas de abusos de diversa índole cometidos por hombres armados», denunció Patrick Walder, jefe de la subdelegación del CICR en Kivu Sur.

Muchas personas se encuentran en la total indigencia, sin techo y en precarias condiciones de seguridad. Entre ellos hay menores de corta edad, mujeres embarazadas y enfermos.

Muchos denuncian violaciones sexuales y otros atentados contra la integridad física, así como saqueos por parte de distintos grupos armados.