Final del Masters Baskepensiones BBK
Golpe de autoridad del campeón para llevarse el gran botín
Aimar Olaizola no dio ninguna opción a un Patxi Eugi que estuvo siempre dominado por el actual campeón del Manomanista
Asier AIESTARAN | DONOSTIA
Aimar Olaizola añadió un título más a su largo palmarés tras imponerse por 22-6 a Patxi Eugi en la final del Masters Baskepensiones BBK disputada en el Atano III donostiarra. El delantero de Goizueta dejó claro quién es el actual Campeón Manomanista y pasó por encima de un Eugi que capeó el temporal lo mejor que pudo. A pesar de las esperanzas que había de presenciar un encuentro más igualado, Aimar se llevó el cheque de 18.000 euros por la vía rápida. Una txapela más en la vitrina y el próximo viernes pone en marcha otra candidatura en el Parejas.
Y es que la crónica del partido es bastante simple: Olaizola II lo hizo todo bien. Sacó largo y con dirección, gozó la pelota en todo momento, defendió con soltura en las pocas ocasiones en las que estuvo dominado y acertó a la hora de terminar el tanto cuando cogió pelota a placer. Ante eso, no queda más que felicitar al rival, y es lo que hizo Patxi Eugi al final del partido.
A pesar de tener la ventaja de ejecutar el primer saque, Eugi no aprovechó esa primera opción y una escapada, unida a una buena apertura con la zurda, dio la primera ventaja a Olaizola II (2-0). Eugi no tardó en reaccionar y, tras pasar a dominar, se anotó su primer tanto gracias a una ráfaga de media docena de grandes pelotazos. Un tanto de saque ponía el empate a dos, que hacía pensar en un encuentro a cara de perro.
Nada más lejos de la realidad. Un tanto durísimo caído del lado de Aimar Olaizola, con 20 pelotazos cruzados a buena, fue el comienzo de una racha de 14 tantos que dejaría el partido visto para sentencia. En ese tramo llegaron cuatro de los seis tantos de saque logrados por el de Goizueta y algunas de las finalizaciones más bonitas del choque: sendas dejadas para los 4-2 y 12-2, un gran dos paredes en el 6-2 y otra apertura al ancho para lograr el 10-2.
Con el 16-2 en contra, Eugi se dedicó en cuerpo y alma a intentar maquillar el resultado. Lo consiguió, relativamente, gracias a dos pelotas que mandó Aimar al colchón de arriba, su segundo tanto de saque y una bonita dejada, la única jugada que pudo acabar con tanto. Pero tras esa tacada, Aimar recuperó el saque en otro duro tanto que acabó con dejada bajo chapa del propio Patxi Eugi.
Es de agradecer el pundonor que mostró el de Agoitz hasta el último tanto, obligando a trabajar muchísimo a su oponente a pesar de que la diferencia era ya prácticamente insalvable. El de ayer es un partido para olvidar, pero el buen trabajo que ha realizado Patxi Eugi en los dos partidos anteriores debe ser tenido en cuenta para próximas citas. No hay duda de que en la defensa de aire, sobre todo, sufre más que los primeros espadas (Aimar, Irujo, Barriola...), pero en casi todo lo demás está a un nivel parecido. De todos modos, los 12.000 euros de «consolación» no están nada mal.
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Aimar Olaizola pozik azaldu zen txapela buruan jantzi eta 18.000 euroko txekea eskuetan hartuta. «Nik esana nuen garrantzitsuena txapela zela, finala irabaztea, baina hemen ez diogu ezetzik esango ematen dizkiguten sariei. Batzutan ez da posible izaten, baina gaur dena espero bezala irten zait. Nire pilotarekin min handia egin diot, fuerte samarra zen-eta. Sakearekin ere asmatu dudala uste dut eta pilota aurrean harrapatu dudanetan ere gozatu egin dut. Patxi Eugi oso fresko aritu da orain arte, baina gaur ezin izan du gauza handirik egin beti defentsan ibiltzea tokatu zaiolako. Garaipen hau ospatzen saiatuko naiz orain, baina ez dago denbora askorik, datorren ostiralean Binakakoa hasten baita», adierazi zuen.