Como cada año, estos últimos días de 2007 están repletos de actividades en torno a la reivindicación de derechos para los represaliados políticos. De esta manera, quienes han debido abandonar sus domicilios para huir a la represión o los encarcelados ocupan de manera especial las calles de Euskal Herria.

Así, y tras las muchas marchas que acompañaron en torno al pasado día 24 a Olentzero, acto que en la mayoría de localidades ofrece una oportunidad para recordar a estos centenares de ciudadanos, otra cita que ya viene siendo habitual la constituyen las marchas que todos los fines de año se realizan a las cárceles situadas en los cuatro herrialdes de Hego Euskal Herria.

Ayer tuvo lugar la primera de ellas, en esta ocasión a las inmediaciones de la cárcel de la localidad alavesa de Langraitz.

Ikurriñas, dentro y fuera

Medio centenar de personas se atrevieron a hacer frente al intenso frío acudiendo a la cita prevista para la mañana de ayer, con la intención de llevar la solidaridad ante los muros de la prisión situada en Langraitz.

Como es habitual en las marchas que se celebran a esta prisión, y con el objetivo de llegar lo mejor posible a quienes allí se encuentran encarcelados, el recorrido hacia el lugar elegido para la concentración se inició en la cercana localidad de Billoda. Desde allí, se dirigieron por una pista a través del monte hasta el punto que, al otro lado del río Zadorra, más se acerca a los módulos de la prisión.

Ikurriñas y banderolas en mano, los participantes en la movilización recorrieron a buen ritmo los dos kilómetros y, una vez que la cárcel apareció entre los árboles, comenzaron las consignas, los sonidos de las sirenas y los gritos de ánimo a través de un pequeño megáfono.

Enseguida apareció la primera ikurriña desde una de las celdas, más tarde otra... así hasta cuatro, al menos en los módulos que podían visualizarse desde la concentración.

También, y a pesar de la distancia, podían escucharse las consignas que provenían del interior de la prisión.

Los concentrados permanecieron en el lugar poco más de media hora, en los que la precaria comunicación establecida con los presos sirvió para hacer frente a la gélida mañana. Sólo en el momento en el que éstos entonaban, a modo de despedida, el «Eusko gudariak», aparecieron en el lugar dos vehículos de la Ertzaintza, que hasta entonces se había mantenido lejos, al otro lado del río y bordeando los muros de la prisión.

A la vuelta, otros dos vehículos de la Policía autonómica permanecían justo en el aparcamiento donde los participantes en la marcha habían estacionado sus coches.

Hoy, nuevas citas

Pero Langraiz no es la única cárcel en la que los presos vascos van a recibir durante estos días el calor de personas implicadas en la lucha en favor de la amnistía y en la reivindicación del respeto a los derechos básicos de las personas represaliadas. De hecho, la misma escena vivida ayer en la prisión alavesa se repetirá hoy.

Así, en Bizkaia acudirán a la prisión de Basauri. El inicio de la marcha será a las 12 del mediodía en Bilbondo. En lo que se refiere a Gipuzkoa, la marcha a Martutene partirá a las 11 de la mañana de la sede de la Audiencia Provincial, en el barrio donostiarra de Egia.

A esta última convocatoria han anunciado que acudirán los familiares de presos y exiliados políticos vascos que se encuentran realizando un encierro en la catedral del Buen Pastor.

Este nutrido grupo de familiares participará también en la concentración que el lunes se realizará en la plaza Alderdi Eder de Donostia, a las doce del mediodía. Para esa hora, la asociación de familiares y amigos de presos Etxerat y los sindicatos LAB, ELA, EHNE y STEE-EILAS han convocado concentraciones en todas las localidades de Euskal Herria para reclamar la excarcelación de los presos que sufren enfermedades graves, la de quienes han cumplido ya sus condenas y en favor de la repatriación de todos los presos y presas políticas vascas.

Último día del año

Pero si bien las fechas navideñas en particular y el fin de año en general son días plagados de actos reivindicativos y de solidaridad con las personas represaliadas, el último día del año los actos se multiplican en toda Euskal Herria.

Además de la convocatoria hecha por Etxerat y los sindicatos para las 12 del mediodía, en gran parte de localidades vascas están previstas movilizaciones, que en muchas ocasiones suponen el colofón a unas jornadas de encierros o ayunos.

Es el caso, por ejemplo, de Mutriku, donde pondrán fin a la huelga de hambre que han realizado desde el pasado día 25 un grupo de vecinos de la localidad con una cadena humana que tendrá lugar mañana, a las siete de la tarde. A la misma hora harán lo propio en la plaza de Oiartzun, en un acto político en el que denunciarán «treinta años de represión» y reivindicarán la amnistía y el respeto a las libertades en Euskal Herria.

Otra actividad típica de este último día del año son las carreras populares de San Silvestre, que se realizan en buena parte de las localidades vascas. Estas carreras servirán también como marco para mostrar en las calles de Euskal Herria las reivindicaciones respecto a las personas encarceladas. Para ello, y como todos los años, el movimiento pro amnistía ha llamado a participar en estos actos populares mostrando al mismo tiempo la solidaridad con esta lucha.

También en la localidad alavea de Agurain este final de año tendrá un sentido especial de apoyo a las reivindicaciones del colectivo de presos y presas vascas, en esta ocasión con una concentración que se prolongará durante ocho horas y que tendrá lugar mañana en Portal del Rey. Así, desde las 11 de la mañana hasta las 7 de la tarde, y en turnos de media hora, participarán en esta iniciativa familiares de presos, profesores, grupos de trabajadores, represen- tantes locales de los sindicatos LAB y ELA, miembros de la Gazte Asanblada, de las cuadrillas de blusas, grupos euskaltzales, taberneros, grupos musicales (trikitilaris, txistularis...) y grupos deportivos, entre otros.