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La clasificación para la Copa culmina la consolidación del Arrate entre los mejores

Cinco meses después de cumplir su 60º aniversario y cinco años después de ingresar en la Liga Asobal, el Arrate ha conseguido clasificarse para la Copa. Un objetivo que confirma la línea ascendente que mantiene en las últimas temporadas y le consolida en la elite del balonmano.

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Amaia U. LASAGABASTER

Con escasas hojas despegadas ya del calendario, llega la hora de hacer balance y en el caso del Arrate, no hay duda. «Están siendo los mejores años de nuestra historia», asegura Iñaki Bolinaga, que con las doce campanadas del pasado día 31 despidió «un año muy feliz».

No es sólo por la recién conseguida -y tanto tiempo esperada- clasificación del primer equipo para la Copa, guinda con la que se cerraba el calendario competitivo hace un par de semanas. Cinco meses después de que se cumpliese el 60º aniversario del club y cinco años después de su ingreso en la exclusiva Liga Asobal, el Arrate se siente «consolidado» en la elite del balonmano. «Estamos muy contentos, porque el club no tiene nada que ver con el que era hace cinco años, cuando entramos en Asobal -se felicita el presidente albiazul-. Ahora se nos considera ya un club de Asobal. Creo que están siendo los mejores años en la historia del Arrate y este en concreto ha sido un año muy feliz. Acabamos la temporada en octavo puesto -y batiendo todos los récords del equipo en su particular historia en la máxima categoría-, dijimos que queríamos subir un peldaño, y ahora hemos cerrado el año en el séptimo. Y no sólo ha sido bueno para el primer equipo; también lo ha sido para el de Primera Nacional y los de categorías inferiores».

La coyuntura también ha favorecido al Arrate esta campaña. Asegurar la permanencia con mucha antelación permitió al club trabajar con mayor margen en la confección de la plantilla y el aumento de las subvenciones tras el descenso del Bidasoa tampoco ha venido nada mal. Bolinaga, de hecho, aseguró en verano que el club partía con la mejor plantilla de su historia.

La Copa, Europa..., todos los objetivos parecían al alcance, aunque el complicado inicio liguero -tres derrotas consecutivas ante los tres grandes de Asobal- hicieron mella en el optimismo. «La verdad es que cuando perdimos con el Portland de siete estaba muy cabreado -reconoce Bolinaga- y, sin embargo, una semana después nos goleó el Barcelona y lo veía mejor. La gente había empezado a ponerse nerviosa, pero yo ya dije que teníamos que estar tranquilos, porque este equipo nos iba a dar muchas satisfacciones. Y, efectivamente, luego empalmamos cuatro victorias consecutivas, un gran partido en Zaragoza... Luego ha habido de todo, estamos siendo un poco irregulares, pero creo que casi todos los equipos lo están siendo esta temporada».

Una irregularidad que, quizá, tenga que ver con la escasa aportación de algunos fichajes. Frente a la respuesta de Sergio Berrios o Arkaitz Vargas, con plaza en el grupo de confianza de Viktor Debre, Bojan Stefanovic o Novica Rudovic -Nicola Matovic ni siquiera ha podido debutar, lesionado desde pretemporada- apenas han podido demostrar el por qué de su contratación. Pero es, según su presidente, cuestión de tiempo. «No hay que tener prisa -asegura- y, además, lo más importante es que el bloque está consolidado. A los que han venido hay que darles tiempo, incluso para empezar a jugar, porque algunos han jugado muy poquito. Algo que, por otra parte, es normal porque el mister tiene sus jugadores de confianza, le están funcionando, y si funcionan no va a cambiar».

Jugadores entre los que destacan Iñaki Malumbres -ha comenzado la temporada en la misma línea, espectacular, que concluyó la pasada- o Mariusz Jurkiewicz, que ha hecho olvidar la marcha de Davor Cutura a base de goles y compone, en buena medida, el alma del equipo junto con el capitán Dalibor Cutura. Comparten la responsabilidad del éxito con Kobine, Vargas o Berrios aunque, evidentemente, la aportación de Ivo, Salaberria, Carou o Arrieta tampoco puede pasarse por algo en un equipo que tiene algo más que un siete inicial.

Cuestión de prestigio

Con esos mimbres, el Arrate ha conseguido los dos objetivos marcados para la primera vuelta, «dejar la permanencia a tiro» y clasificarse, por fin para la Copa. Un logro que «no se traduce en dinero, desde luego, sino todo lo contrario -sonríe Bolinaga-. Pero supone prestigio como equipo y como club. Y además la satisfacción es doble porque con la Minicopa, los cadetes podrán jugar también con los mejores equipos».

Ahora queda la segunda parte y el objetivo del Arrate en 2008 es evidente. «Entrar en Europa», subraya el presidente albiazul. «Esa es la ilusión, que no será fácil -puntualiza-. Si hay que pedir un deseo, que nos respeten las lesiones, aunque este año no nos podemos quejar. Porque si respetan las lesiones, es más fácil que el trabajo y el esfuerzo tengan premio. Pero la ilusión es evidente, ser el primer equipo eibarrés que compite en Europa».

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