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primarias en EEUU

Un negro y un pastor baptista ganan el primer pulso a las presidenciales

El senador negro Barack Obama se impuso en los caucus demócratas y relegó a un preocupante tercer puesto a la favorita a nivel federal, la ex primera dama Hillary Clinton. El tercero en discordia, el veterano John Edwards, sigue vivo. El republicano y pastor baptista Mike Huckabee venció al favorito y multimillonario Mitt Romney. Con un Rudolph Giuliani ausente, John McCain logró un resultado honorable que le catapulta a las primarias de New Hampshire.

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Dabid LAZKANOITURBURU

El senador negro por Illinois Barack Obama batió en los caucus de Iowa de ayer a las dos candidaturas más experimentadas del campo demócrata, superando por este orden al ex candidato a vicepresidente John Edwards y a la ex primera dama Hillary Clinton, relegada a un preocupante tercer puesto.

Senador desde 2005, Obama (46 años) saludó un resultado que «apuesta por la unidad frente a la división y envía un fuerte mensaje de cambio para América». La victoria de Obama cobra relevancia al haberse registrado en un estado, Iowa, con un 95% de blancos (la media nacional es del 81,7%).

Favorita a nivel federal y agraciada con los mayores fondos para su campaña de entre todos los candidatos, la senadora Clinton, favorita en los sondeos previos en Iowa, fue finalmente superada por sus dos rivales.

Al potente equipo de campaña de la senadora por Nueva York no le queda ni la excusa de no haberse batido el cobre en Iowa. El responsable de su equipo lanzó un llamamiento abierto a la participación de la militancia demócrata en las asambleas de electores: «Podemos cuidar de vuestros niños, llevaros hasta la oficina de votación, quitaros la nieve frente a vuestros garajes», instaba Terry McAuliffe.

Su llamamiento no cayó en saco roto pero benefició claramente a Obama. Los caucus demócratas registraron una participación récord con 232.000 electores, casi el doble que hace cuatro años. En un estado con un exiguo 2% de población negra, Obama, que mantiene un discurso crítico con la situación en Irak, habría recibido el apoyo de los jóvenes y en general de los neófitos en los caucus.

La debilidad de Clinton

Peter Brown, director adjunto del instituto de sondeos Quinnipiac, asegura que Obama, que sueña con convertirse en el primer presidente negro de la historia de EEUU justo 40 años después de la muerte en atentado de Martin Luther King, «sólo ha conseguido acabar con el halo de imbatibilidad que rodeaba a Clinton. Sigue sin ser favorito».

«Los electores de Iowa han decidido que a ella le falta algo», señala Brown, avanzando que la ex primera dama ha podido pagar por su posicionamiento «centrista», así como por su voto a favor de la invasión de Irak en 2002, algo que parte del electorado demócrata no le perdona. No obstante, advierte contra la tentación de enterrar la candidatura de Clinton antes de tiempo. «Su equipo de campaña está perfectamente engrasado y visible en los cincuenta estados americanos (sic) y en la mayor parte de ellos es favorita». Es el caso de New Hampshire, pequeño estado de Nueva Inglaterra en el que se celebrarán las primarias el próximo martes y donde las encuestas le dan siete puntos de ventaja de media sobre el siguiente candidato.

Larry Sabato, de la Universidad de Virginia (sudeste) pone el acento, por contra, en que «el dato más importante de ayer no fue la victoria de Obama sino que el 70% de los electores demócratas votó contra Clinton».

«La máquina Clinton puede tirar de ella, pero ella se ha revelado débil. Hay algo en ella que no gusta a la gente», coincide.

Para Ross Baker, profesor de la Universidad Rutgers, la derrota de Clinton es más rotundo en tanto en cuanto ella se presentaba como la mejor situada para ser elegida en las presidenciales del 4 de noviembre. «Si tu principal argumento es tu capacidad para ser elegida y no lo eres, la tierra se hunde bajo tus pies. Clinton va a necesitar una victoria cuanto antes», advierte.

Terreno propicio a Huckabee

En los caucus republicanos, el ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee venció por nueve puntos al multimillonario y favorito Mitt Romney.

Prácticamente un desconocido hasta hace semanas, Huckabee aseguró exultante que su victoria demostraría que «la gente importa más que la cartera», volviendo a airear su vitola de «hombre del pueblo».

Sin duda alguna, su victoria tiene más que ver con la profesión religiosa de su rival (Romney es mormón) y con su condición de conservador cristiano.

Presidente de la Convención Baptista de Arkansas (490.000 miembros), Huckabee no encontrará otro estado como Iowa con tanta proporción de cristianos evangélicos sensibles a su mensaje. Un mensaje que se resume en tres palabras: «Familia, fe y libertad». Opuesto al aborto y a los matrimonios homosexuales, Huckabee asegura que cree literalmente en cada palabra de la Biblia. Opositor feroz al control de las armas de fuego y a la investigación con células madre, Huckabee defiende cerrar las fronteras a la inmigración con un programa que resume en dos palabras: «Chuck Norris», en referencia al musculoso -mejor decir mamporrero- actor que le apoya en campaña.

«Si gana en New Hampshire (estado conocido como liberal) estará en una posición excelente, pero yo me quedaría estupefacto», señala el analista Brown.

En caso contrario, su escasa recaudación en campaña -llegó tarde al paraíso de las encuestas- le puede condenar a apagarse como una vela.

El gran perdedor fue su rival Romney, quien deberá invertir todas sus energías y su mucho dinero para arrancar una victoria vital en New Hampshire.

Difícil lo tiene, ya que las encuestas premian al senador John McCain, quien asegura que «tenemos el viento de popa» tras haber logrado un honroso cuarto puesto en Iowa.

Descartado hace meses por su posición protagonista a favor de la ocupación de Irak, el creciente apoyo de la prensa y de influyentes editorialistas a su candidatura, así como el del senador ex demócrata Joseph Lieberman, le otorgan aureola de ganador no sólo en las primarias republicanas sino en las presidenciales del 4 de noviembre.

Edwards y el cambio

Edwards, que cosechó un segundo puesto, aseguró que los caucus de Iowa inauguran un nuevo estatus quo. «Lo que comenzó esta noche (por ayer) ha supuesto decir ´¡Basta!'. Hemos creado la ola de cambio y esta será cada vez mayor hasta el final», añadió.

giuliani sigue esperando

Rudolph Giuliani, ex alcalde de New York y favorito de los republicanos a nivel federal, minimizó su sexto puesto y su 3% en Iowa. Giuliani, quien ha decidido esperar a las primarias del poblado estado de Florida, recordó que quedan 28 elecciones aún.

La caravana electoral enfila ya hacia New Hampshire

Sin apenas tiempo para analizar su fracaso o en su caso saborerar la victoria en Iowa, los pretendientes a la Casa Blanca desplazaron la batalla al también pequeño estado de New Hampshire, que celebra primarias el próximo martes.

Los dos grandes vencidos fueron los primeros en ponerse manos a la obra. Mitt Romney e Hillary Clinton disputaron en la misma madrugada el primer puesto en la línea de salida.

Con la aureola de su victoria, Obama tenía previstas no menos de tres reuniones públicas ayer, decidido a repetir triunfo. «Habéis logrado lo que los electores de New Hampshire pueden ratificar el martes y lo que América puede hacer en este nuevo año», señaló, apelando otra vez a la victoria de «la esperanza sobre el miedo».

Pese a ello, aborda el nuevo reto con siete puntos de desventaja respecto a Clinton. Esta última espera además con ansiedad el debate televisado del sábado, escenario en el que se mueve como pez en el agua, para afianzar su diferencia respecto a sus competidores.

Pero tiene prisa y ayer, en el aeropuerto de New Hampshire, la ex primera dama volvió a alardear de su experiencia y a airear el supuesto fantasma del electorado demócrata -el temor a dejar escapar la victoria si elige a otro candidato que no sea ella-.

Es hora de poner la carne en el asador y le acompañaba esta vez el ex presidente Bill Clinton, quien goza de un buen índice de popularidad en este estado. «Un Clinton desterró al primer Bush y una Clinton desterrará al segundo Bush», señaló la aspirante a candidata.

En el lado republicano, el vencedor de Iowa, Huckabee, aseguró que no cambiará de táctica en un estado que no es en principio terreno abonado para su integrismo religioso. «Voy a seguir diciendo lo que pienso». No obstante, en su primer discurso puso el acento en su origen familiar modesto. «La gente no se conforma con ver desde lejos a un candidato. Quiere contacto. Prefiere al que trabaja codo a codo a su lado», señaló, en un ataque directo a su rival, el multimillonario Romney. GARA

ABANDONOS

Los senadores demócratas Joe Biden y Chris Dodd dejan la carrera a la Presidencia. Biden es presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso y ha recibido un 1% de apoyos. Más que Dodd, presidente de la Comisión Bancaria del Senado.

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