Un grupo de trabajadores de la empresa Onena llevó a cabo ayer una protesta ante la sede de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN) por el despido de nueve de sus compañeros y, de forma simbólica, entregó carbón para que le sea remitido al dueño de la factoría, que esperan «recapacite». Entre ellos se encontraban los nueve trabajadores despedidos, cinco de ellos miembros del comité. Peio Carrera, delegado de LAB, justificó el carbón entregado como «merecido» por la actuación del responsable de Onena Ignacio Mendizabal en toda su trayectoria en la empresa.

Asimismo, señaló que el consejero de Industria, José María Roig, tenía prevista ayer una reunión con el empresario para mediar en el conflicto, por lo que «esperamos que le haga recapacitar y entrar en razón», dijo Carrera.

Afirmó que el despido se justifica en unos hechos que tuvieron lugar cuando el comité advirtió al empresario de que no conculcara su derecho a huelga al cargar unos camiones durante un día de paro. «Ahí se quedó todo. La Guardia Civil ya dice que no hubo insultos ni incidentes» que justifiquen el despido, por lo que Carrera consideró que, si finalmente se llega a juicio, se declarará el despido nulo «porque no hay causas».

En todo caso, «tenemos esperanzas de que hoy (por ayer) el señor Roig le haga recapacitar y no lleguemos ni siquiera a juicio», deseó.