Dejar tu destino en manos de un juez da pavor, vista la total falta de independencia de los tres poderes (político, legislativo y judicial). Lo que realmente importa es lo que en ese momento conviene para poder acabar con cualquier avance de las ideas abertzales y de izquierdas.

Contra nosotros y nosotras todo vale, tienen la cobertura suficiente como para camuflar lo que nos hacen ante el resto del Estado español. Pueden acallar la tortura, la dispersión, pueden realizar macrojuicios juzgando a colectivos no a individuos, castigarnos económicamente con fianzas y multas desorbitadas, pueden... perseguir las ideas con total impunidad. El juicio 18/98 es un claro ejemplo de ello.

El pasado mes se llevaron a Jotas, sin prueba alguna, lo torturaron y lo encarcelaron junto con otros tres jóvenes, y aquí no ha pasado nada... dependerá del juez el destino de los cuatro.

El 8 de enero, y después de cuatro años, se juzgará a otros dos vecinos de Tafalla. Dicen que ella dejó a dos guardia civiles de baja durante tres meses a uno y mes y medio a otro, todo esto con sus manos, sin ayuda de ningún objeto, sin un rasguño y con su madre delante... ¡una auténtica superwoman! El fue más discreto y lesionó sólo a uno, también sin ninguna defensa ni magulladura...

En resumidas cuentas, tres años y ocho meses para ella y dos años y ocho meses para él. Curiosamente, las dos son personas reconocidas de la izquierda abertzale del pueblo... ¿Será esto lo que proporciona esa fuerza tan descomunal? Ironías aparte, éste es otro claro ejemplo de criminalización de ideas. Que el juez haga méritos con estos vecinos para agradar a algunos ya es cosa suya; sin ninguna duda, él tiene el poder, y el destino de estas dos personas en sus manos.