Nos han quitado la inspiración para un artículo. Por lo menos. Bueno, lo supliremos con la recarga de otras motivaciones que también influyen de manera decisiva en nuestra vida televisiva. Tengo un apagón de conducción de proteínas entre mis hormonas, oigo voces y una de ellas me repite algo que decía Francisco Franco Bahamonde, Generalísimo de todos los ejércitos españoles a sus ministros. «Usted haga como yo, no se meta en política». Así que poniendo mis barbas a crecer para después poderlas remojar, saltaré por el jardín de la política como una alegre mariposa en busca de una fragancia para su corta exhibición impúdica.

Por lo tanto, el Rally de Dakar se ha suspendido por cuestiones técnicas y no políticas. Esta suspensión se presenta como decisión unilateral y por no poder garantizar la seguridad de los participantes, nunca por los daños colaterales que producía su paso por esos mundos desérticos. Nos deja huérfanos para denunciar una vez más el derroche económico, la colonización mediática, el abuso de esas huestes motorizadas por algunos de los territorios más maltratados por la naturaleza, los dioses y, muy especialmente los hombres que entienden a los otros como objetos de sus deseos, sus usos y no como sujetos de su contemporaneidad y tiempo histórico. La caravana del Dakar era una de esas vergüenzas capitalistas extremas, de los ricos contra los pobres, del ocio como negocio, de la incursión de unos valores de consumo por encima de cualquier otra circunstancia. Los gastos corrientes de esa locura era superior al PIB de varios países de la zona.

Ahora mismo estamos escuchando reflexiones improvisadas sobre las motivaciones, se habla de amenazas terroristas, lo que quiere decir exactamente lo que están ustedes pensando: Cuestiones técnicas. Lo único cierto es que algún desastre económico habrá de por medio, y una nueva amenaza grandilocuente: «Esta garantizado que se hará en 2009». Una declaración, obviamente, no política. Y se añade que posiblemente sea en otro continente. ¡Toma ya! Nada es político, y esto del Dakar tiene una confirmación absoluta e irrefutable. Sarkozy no ha intervenido.