En un comunicado difundido el viernes por la noche (madrugada en Euskal Herria) por la Agencia Bolivariana de Prensa, las FARC aseguraron que el Gobierno del Alvaro Uribe «secuestró» al hijo de Clara Rojas para obstaculizar la entrega.

Las FARC señalan en su comunicado, fechado el 2 de enero, que «el experto en cortinas de humo, el Gobierno narco-paramilitar de Uribe Vélez, previa consulta a su amo en Washington, ha resuelto secuestrar en Bogotá al niño Emmanuel, con el infeliz propósito de sabotear su entrega, la de su madre Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo, al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez».

A su juicio, con este hecho, junto a «la intensificación de los operativos bélicos en el área», Uribe pretende «desactivar» la gestión humanitaria de Chávez, «sembrando la desconfianza entre los delegados internacionales» y creando nuevos obstáculos «a una decisión unilateral que expresa la voluntad política de las FARC de sacar adelante el canje de prisioneros».

La guerrilla colombiana había anunciado el 18 de diciembre que liberaría a ambos, junto a la ex senadora Consuelo González de Perdomo, como «gesto de desagravio» hacia el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, después de que Uribe cancelara su labor mediadora de cara a lograr un acuerdo humanitario.

Operaciones militares

Hace una semana, Venezuela puso en marcha una operación humanitaria, junto al Comité Internacional de la Cruz Roja y otros seis países, para recoger a los tres rehenes, operación que se frustró el 31 de diciembre, después de que las FARC denunciaran «intensas operaciones militares» en la zona donde se debía llevar a cabo la liberación.

Ese mismo día, Uribe negó que se hubieran producido combates -extremo, sin embargo, confirmado en las páginas web del Ejército y la Cuarta División Militar-, e indicó que la guerrilla no cumplía lo anunciado porque no tenían al niño en su poder, ya que había sido entregado en 2005 en precarias condiciones de salud al Instituto Colombia de Bienestar Familiar. Tras conocer esta hipótesis y aunque dijo tener razones para desconfiar del Gobierno colombiano, Hugo Chávez señaló que «ojalá» el menor bajo protección estatal y Emmanuel fueran la misma persona, porque significaría que el niño está a salvo de los peligros de la selva.

La organización guerrillera explica en su comunicado que, a causa del riesgo que implicaba su estancia en la selva, el hijo de Clara Rojas, de padre guerrillero, había sido puesto en Bogotá «bajo el cuidado de personas honradas mientras que se firmaba el acuerdo humanitario». Añade que «Emmanuel no podía estar en medio de las operaciones bélicas del Plan Patriota, de los bombardeos y los combates, la movilidad permanente y las contingencias de la selva».

Tras insistir en que Uribe, obstinadamente, se «ha negado a despejar Pradera y Florida para hablar de acuerdo humanitario, las FARC afirman no haber «asumido ningún compromiso para que ande propalando que estamos incumpliendo». En este sentido, sostienen en que el proceso de liberación de Rojas y González de Perdomo «seguirá su curso» y agregan la necesidad del despeje militar de Pradera y Florida para «proceder de inmediato a verificar y realizar el primer encuentro para convenir el canje humanitario que, en todo caso, debe ser con el acompañamiento de la comunidad internacional».

«Alta probabilidad»

El comunicado de las FARC fue difundido pocas horas después de que el fiscal general de Colombia, Mario Iguarán, diera a conocer que las pruebas de ADN realizadas por las autoridades colombianas confirmaron «con alta probabilidad» que el menor de edad bajo protección estatal, identificado como Juan David Gómez Tapiero, es el hijo de Clara Rojas, No obstante, las muestras han sido enviadas a Galiza para nuevos análisis.

Según versiones, algunas de prensa, la investigación que llevó hasta el niño comenzó con una llamada al Ejército el 28 de diciembre, en la que una voz advertía de que un niño de San José de Guaviare iba a ser sacado con papeles falsos de un hogar de protección al sur de Bogotá. Una nueva llamada, tres días después, alertó de que Enmanuel no iba a ser entregado por las FARC porque se encontraba bajo protección del Estado.

Emmanuel nació en julio de 2004 en un campamento guerrillero y, al parecer, con once meses de edad fue entregado a una familia de confianza que lo llevó, enfermo y desnutrido, al hospital local. Desde allí. fue trasladado a San José de Guaviare y de allí a Bogotá, donde el estatal Instituto de Bienestar Familiar lo tomó bajo su custodia.