La Real vuelve a la competición tras el parón navideño y el cambio de presidente con un partido del que, tristemente, puede depender mucho el único proyecto viable que se ha defendido con firmeza y coherencia durante el proceso electoral, el que ha liderado Chris Coleman.

Este mes de enero está llamado a ser decisivo para el futuro de la Real, con tres partidos fuera y el derbi del próximo sábado contra el Alavés en Anoeta. El de hoy en Salamanca parece clave. Siempre el más próximo es el encuentro más importante. Además tiene una relevancia mayor por el hecho de llegar tras un parón que la Real afrontó en plena racha de nueve partidos sin perder y tres victorias en los cinco últimos. Cuando se está en racha y llega un parón siempre hay un temor para ver cómo vuelve el equipo, pero hay tanto en juego hoy que la Real tendrá que ponerse al 100% de concentración y motivación.

Porque hay que sumar muchas victorias para lograr el ascenso y para conseguirlas lo mejor es que que no haya ninguna revolución en este mes de enero. El futuro de Coleman depende de la reunión de mañana con Badiola y Aiestaran. Lo mejor para los tres es que se reúnan tras un triunfo que haga que la ilusión que ha generado el presidente de una manera más que discutible sea avalada por resultados y no necesite de unos cambios que no van a responder a las expectativas que se han creado estos meses.

Que Coleman salga reforzado hoy puede permitir que la capacidad de Badiola de fichar no quede en evidencia y el presidente demuestre su gran habilidad para maniobrar e ilusionar y se centre más en la due diligence, en llenar Anoeta y en generar nueve millones de ingresos, que es lo más importante.

Es previsible que Coleman dé continuidad hoy al bloque en el que ha confiado en los últimos partidos. Recuperó para la convocatoria a Aranburu tras cumplir su sanción y a Larrea tras su lesión, aunque es previsible que sólo el azpeitiarra vuelva al once por la izquierda en detrimento de Dani Estrada o, seguramente, de uno de sus dos delanteros. En este caso es más probable que Díaz de Zerio tenga continuidad tras sus dos últimos goles que Delibasic, que fue el sacrificado tras comprobar Coleman ante el Tenerife que su equipo funciona mejor con uno que con dos delanteros.

Un equipo irregular

El Salamanca afronta el partido con siete bajas, algunas de ellas importantes, como la del portero titular Alberto Cifuentes, que ha dado la titularidad al navarro Mikel Pagola, la del veterano Quique Martín y la del central Vasco Fernandes. No podrá sustituirlo el juvenil brasileño de 18 años recién cumplidos Pedro Botelho, que lleva desde el verano en Salamanca cedido por el Arsenal. Se le iba a dar el alta en enero, pero aún no tiene toda la documentación necesaria para inscribirlo. Todas esas bajas dan más opciones ante un rival caracterizado por su irregularidad.