Hay que agradecer a Aiestaran que exponga el prestigio ganado durante años de éxitos junto a Rafa Benítez en Valencia y Liverpool para ocupar un cargo de responsable deportivo en el que parece imposible que nadie pueda triunfar en la Real, porque las expectativas de los aficionados están muy por encima de las posibilidades del club. Más difícil lo tendrá él porque su presidente se ha encargado de ponerle un listón más alto aún, imposible de franquear, al prometer una plantilla con cantera y cuatro o seis extranjeros de primerísimo nivel, perfil que cumplía a la perfección Zigic, razón por la que no puede venir a la Real.

Si el jueves se vio una manifestación de ilusión y de euforia en apoyo a su presidente fue por la confianza de que con él y Aiestaran verán a jugadores de gran nivel, algo que ha resultado muy difícil en Primera y que es imposible en Segunda. Porque para los guipuzcoanos la Real es un club de Primera, pero para los jugadores es un equipo de Segunda y ninguno de alto nivel acepta bajar un escalón.

Uno piensa que Aiestaran tiene por tanto un papelón, porque la gran mayoría cree que la razón de la crisis de la Real es no acertar con los fichajes, aunque lo peor es no valorar lo que tenemos en casa y empeñarse en fichar fuera jugadores peores que han provocado que el club se arruine económicamente y baje a Segunda mientras hay una veintena de guipuzcoanos en equipos de Primera o la Premier, algunos de ellos titulares tras ser maltratados o rechazados en Anoeta. Por eso el gran fichaje para mantener la ilusión es que el club, no la sociedad china, renueve a Xabi Prieto y no se genere frustración dando nombres imposibles.

Uno confía en la sensatez y la capacidad de Aiestaran aunque tiene claro que el mejor carpintero puede ser un pésimo coordinador de gremios si no acierta a cambiar el chip. El miedo que uno tiene es el mismo que con Bakero y Zamora hace dos años y medio. El baremo que tenían para medir a los futbolistas de casa es el que ellos se han puesto como profesionales. Y el que está acostumbrado a trabajar con el dream team sólo ve los defectos en los jugadores de la Real. Aiestaran ha trabajado en el Valencia y en el Liverpool con jugadores de primerísimo nivel y para valorar al de casa debe poner el listón más bajo. El ejemplo de Mark González es el mejor. Para él y Benítez no era válido el año pasado, y en la Real era un crack hace dos. Porque los jugadores que están en la Real están lejos del nivel de los que Bakero vio en el Barcelona o Aiestaran en Valencia o Liverpool, pero los que podrá traer ahora también. Por eso es mejor confiar en Coleman e Iriarte, dos hombres que sí valoran bien a los jugadores que tienen, ayudarles a fichar lo poco que pidan y no más, y a ver si en junio se sube a Primera y entonces, con seis meses de adaptación a su nueva misión, Pako Aiestaran puede fichar mejores jugadores.