La muerte, el jueves, del joven universitario mapuche Matías Catrileo Quezada, de 22 años, por disparos de la Policía, que reprimió a un grupo de indígenas que participaba en una concentración en una finca en la Araucanía, provocó la protesta mapuche. Los indígenas volvieron a tomar las calles y en una manifestación frente al palacio presidencial de La Moneda, en la capital del país, exigieron respeto al derecho a la vida y la devolución de sus tierras ancestrales, actualmente en manos de empresas forestales.

Organismos de derechos humanos y activistas mapuches acusaron a la Policía de aplicar una fuerza excesiva en la represión de los indígenas y al Gobierno de Bachelet de mantener silencio frente a la acción policial.

Ayer, un grupo de encapuchados emboscó y quemó dos camiones que transitaban por la autopista de la Araucanía.