El BE advierte de que las cláusulas de revisión salarial generan inflación
El Banco de España (BE) advierte de que las cláusulas de revisión salarial hacen más persistentes las subidas de precios. Asegura que este mecanismo para ajustar los salarios a subidas del Índice de Precios al Consumo (IPC) conduce a «perturbaciones transitorias» y precisa que otros «rasgos particulares» de la economía del Estado español, como el impacto del encarecimiento del petróleo sobre la tasa de variación del IPC, exigen «un mayor grado de vigilancia».
GARA |
El Banco de España (BE) afirma en su último boletín que las cláusulas de salvaguarda en los convenios colectivos, un mecanismo que patronal y sindicatos pactan para ajustar los salarios a las subidas del IPC por encima del 2%, producen efectos inflacionistas de segunda vuelta.
La institución que dirige Miguel Ángel Fernández Ordoñez, considera que la actualización de las remuneraciones «prácticamente inexistente en otros países» conduce a «perturbaciones de naturaleza transitoria» -como el último incremento de los precios del petróleo- lo que dificulta su ajuste y hace que las subidas de precios sean «más persistentes».
La entidad se muestra confiada ante el impacto del repunte del crudo en las tasas de inflación a nivel internacional, porque que no se está produciendo en coincidencia con perturbaciones de otra naturaleza.
El BE apunta que la apreciación del euro frente al dólar ha favorecido «un menor impacto» del encarecimiento del petróleo en las economías europeas, aunque reconoce que ese encarecimiento podría estar influido por la debilidad del dólar.
No obstante, advierte de que «los rasgos particulares» del Estado español exigen «un mayor grado de vigilancia» sobre el impacto del encarecimiento del crudo en la tasa de variación del IPC y ejemplifica su temor indicando que un aumento del 10% del precio del petróleo representa un incremento del índice general del IPC de dos décimas.
El BE explica que en el Estado español, el impacto de los precios del petróleo en la inflación tiene que ver con el menor peso de los impuestos indirectos en los precios de venta al público de los combustibles, respecto a otras economías. Además, concluye que la mayor dependencia del petróleo de la economía española supone que los efectos sobre el IPC sean «más pronunciados».
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, volvió a alertar ayer de las presiones inflacionistas y subrayó que la institución que presidente está dispuesta a actuar contra estos riesgos.
Trichet subrayó que el crecimiento económico en la eurozona es «sólido» pero advirtió de que todo apunta a que la inflación seguirá superando el 2%. Aseguró que no pretende adelantarse a la decisión que el banco tome el jueves, y subrayó que sólo refleja el último análisis.
Los analistas parten de la base de que, pese al crecimiento de la masa monetaria, el BCE dejará los tipos de interés medio para la eurozona inalterados en el 4% durante los próximos meses.
Trichet pidió a los agentes sociales que hagan frente a los riesgos inflacionistas con convenios laborales moderados. «Para que el último repunte de la inflación sea un fenómeno pasajero es necesario evitar que la subida de precios repercuta en la política salarial y de precios», sostuvo el presidente del BCE. Actualmente, el índice medio de inflación en la eurozona es del 3,1%, lo que sobrepasa con creces el objetivo límite del 2% fijado por el banco.
El panorama económico es aún más negro en Estados Unidos -ralentización de la actividad industrial, aumento del precio del petróleo y el repunte del paro-, ante el que Wall Street centra sus esperanzas en las medidas que pueda tomar la Reserva Federal para evitar una recesión.
En este sentido, han bastado tres días y medio de actividad en el nuevo año para que la lectura de los diferentes índices confirme los nubarrones que se ciernen sobre la primera economía del planeta.
El Dow Jones, que incluye los treinta valores estrellas, perdió un 4,23% para bajar el viernes de la barrera de los 13.000 puntos (12.800,18) y firmar su peor semana desde el 28 de julio de 2007, a lo que hay que sumar la interminable crisis inmobiliaria. El Nasdaq no escapó de esa tendencia y acumuló la sexta sesión a la baja, para retroceder un 6,34% a lo largo de la semana.
En opinión de Ethan Harris, analista de Lehman Brothers, resumiendo un sentir cada vez más amplio entre los expertos, «uno detrás de otro, los índices económicos nos indican que la recesión económica ya ha llegado».
