el futuro de sahara en juego
El Polisario y Rabat se sientan por tercera vez sin signos de avances
Por tercera vez desde junio, el Frente Polisario y Marruecos vuelven a sentarse en una mesa de negociación en Manhasset, Estados Unidos, bajo los auspicios de la ONU. Representantes saharauis advierten de que un nuevo fracaso podría tener «graves consecuencias», en alusión a la reanudación de la lucha armada, y sería como «clavar una daga en la credibilidad de la ONU». El reino alauí sigue con su plan de autonomía.
Ainara LERTXUNDI | DONOSTIA
Los colores de la bandera saharaui resumen la historia reciente de este pueblo. El negro, explica Jadya Yed, simboliza «el colonialismo y la tristeza»; el blanco, «la paz»; el verde, «las riquezas de la tierra» y el rojo, «la sangre derramada». Ella, al igual que 165.000 refugiados saharauis, vive en los campamentos de Tinduf, en Argelia, a la espera de poder volver a su tierra.
«Llevamos 31 años viviendo en este desierto que nadie soporta, que nadie quería», resaltó a GARA en abril del año pasado. Sobre el plan de autonomía defendido por Marruecos, subrayó que es «un mero pretexto». Dejó claro que «desde el más joven hasta el más mayor está listo para luchar hasta lograr nuestra independencia».
Un mensaje similar lanzó el Frente Polisario en su duodécimo congreso celebrado en Tifariti entre el 14 y el 21 de diciembre al asegurar que 2008 será el año «de la paz, la libertad y la independencia, o el de la reanudación de la lucha armada».
En este sentido, su secretario general, Mohamed Abdelaziz, afirmó que están preparados para afrontar «una larga guerra con Marruecos» si fracasa la tercera ronda de negociaciones de tres días iniciada ayer en Manhasset, cerca de Nueva York. La portavoz del secretario general de la ONU, Michèle Montas, señaló que «las conversaciones serán privadas. Sólo los miembros de las delegaciones y los responsables de la ONU podrán acceder al complejo Greentree».
«No debe ser una reiteración»
El representante del Polisario ante la ONU, Ahmed Bujari, reiteró que un fracaso supondría un golpe casi irreparable y podría acarrear «graves consecuencias». Admitió que «dadas las circunstancias y la información de la que disponemos, se percibe una continuidad en la política de intransigencia que sigue el Gobierno de Marruecos a la hora de aceptar la legalidad internacional». Incidió en que esta ronda no debe ser una «reiteración» de las dos anteriores.
Para Bujari, es necesario que se den unas «medidas de confianza» en el ámbito humanitario, político y militar que «no deben desaparecer de la mesa de negociación». Advirtió que «un revés en el proceso terminaría clavando una daga en la credibilidad de Naciones Unidas, credibilidad que no puede ser secuestrada por Marruecos».
Por su parte, la delegación marroquí, presidida por el ministro de Interior, Chakib Benmusa, no se movió de su plan.
En una entrevista concedida a varios medios la pasada semana, el ministro marroquí de Exteriores, Taib Fassi Fihri, afirmó que su Gobierno «espera un avance sobre el debate de los detalles de su propuesta».
Así las cosas, fuentes diplomáticas indicaron que no se esperan avances significativos.
Estas tres rondas son fruto de las resoluciones 1754 y 1783, adoptadas el 30 abril y el 31 de octubre de 2007 por el Consejo de Seguridad. En ellas pedía a la partes que continuasen «las negociaciones sin condiciones previas y de buena fe con el fin de alcanzar una solución justa, duradera y mutuamente aceptable que permitan la autodeterminación» del pueblo saharaui.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió a ambas partes «tiempo y paciencia para negociar una solución mutuamente aceptable», al tiempo que les instó a «avanzar hacia una fase de discusiones más intensa y sustancial».
1884
El Estado español coloniza Sahara. En 1934, se convierte en provincia española.
1957
Marruecos reclama Sahara en la sede de la ONU.
1973
El 10 de mayo se crea el Frente Polisario, que exige la soberanía de Sahara y el establecimiento de un estado independiente saharaui.
1975
En octubre, la Corte Internacional de Justicia rechaza las pretensiones de Marruecos y Mauritania, y reconoce el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Pero en noviembre, el monarca alauí Hassan II ordenó la «Marcha Verde» y 300.000 marroquíes entraron en Sahara. El 14 de ese mismo mes se firma el Acuerdo de Madrid por el que Marruecos y Mauritania se reparten el territorio
1976
El Frente Polisario declara la República Arabe Saharaui (RASD) el 27 de febrero. En marzo, anuncia su primer Gobierno. En agosto, elige a Mohamed Abdelaziz como secretario general.
1978
En agosto, un mes después del golpe de Estado, el nuevo Gobierno mauritano firma la paz con el Polisario. Rabat se anexiona la parte del territorio ocupado por Mauritania.
1991
El Polisario declara el alto el fuego. Despliegue de la misión de la ONU Minurso y promesas de una consulta, hasta la fecha no celebrada.
2001
En junio, el enviado especial de la ONU James Baker presenta su plan, rechazado por el Polisario y Argelia.
«El Consejo de Seguridad de la ONU debe exigir a Marruecos que se someta a la legalidad internacional y permita a los saharauis decidir su destino. La paz pasa obligatoriamente por este derecho», afirmó Mohamed Salem Ould Salek, responsable de Exteriores.
La delegación marroquí que viajó a EEUU reiteró que «la solución definitiva» es su plan de autonomía. A través de un comunicado, el Ministerio de Exteriores dijo que «constituye una base realista e innovadora para unas discusiones serias».
Al menos siete pescadores saharauis resultaron heridos de gravedad en Dakhla durante una intervención de las fuerzas de seguridad marroquíes contra manifestantes que demandaban el derecho de los pescadores a ejercer su oficio en aguas de la playa de Louberda, más conocida como Tchica, en la ciudad ocupada de Dakhla. Los manifestantes exigieron la retirada inmediata de Marruecos, la independencia del Sahara y denunciaron la continua expoliación de los recursos naturales del territorio.
El Comité Saharaui de Acción contra la Tortura expresó su preocupación por la creciente represión en los territorios ocupados y en el sur de Marruecos. Precisamente, el pasado viernes, el Comité para la Defensa de los Derechos Humanos de Smara denunció el descubrimiento cerca del recinto de un cuartel militar construido en 1976 de una fosa común con varios cadáveres. El hallazgo se produjo durante el aplanamiento de un terreno en el barrio El Auda.
La ONG saharaui reclamó que se haga todo lo posible para esclarecer la identidad de estas personas que, según señaló, podrían pertenecer a «personas dadas por desaparecidas» en cárceles marroquíes. Asimismo, criticó la actitud de las autoridades de Rabat que «presionaron a los trabajadores para que la noticia no saliera a la luz. Este comportamiento expresa la voluntad de Marruecos de disimular la realidad de las docenas de desaparecidos». Además de exigir «una investigación judicial transparente» que conduzca a la «identificación científica de esos cuerpos», llamó a los organismos de derechos humanos a que «actúen con urgencia para presionar a Rabat y lograr el esclarecimiento de la suerte que corrieron centenares de desaparecidos saharauis».
En noviembre se descubrió otra fosa común con cinco cadáveres cerca de la Cárcel Negra de El Aaiún.
A estos hechos se suman las recientes actuaciones policiales en Smara, El Aaiún y Bojador, denunciadas por el secretario general del Frente Polisario y presidente de la República Arabe Saharaui Democrática, Mohamed Abdelaziz, en una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
GARA
En febrero viajará hasta los campamentos de Tindouf la caravana vasca «Alimenta una esperanza». Con este fin, se está procediendo a la recogida de atún en aceite, arroz y lentejas y de compresas. También se ha abierto una cuenta en Caja Laboral.