El actor Antoine de Caunes, también ocasional realizador, dirige a dos gigantes de la interpretación en su primera comedia. Los rivales de «Desacuerdo perfecto» son nada menos que Charlotte Rampling y Jean Rochefort, con lo que las diferencias de pareja se extienden al choque cultural entre ingleses y franceses. El guión que Antoine de Caunes ha puesto a su disposición no puede ser más adecuado a la capacidad irónica de ambos, ya que se trata de la reunión de un otrora famoso director con la actriz que fuera su musa y compañera sentimental, después de largos años de separación. El motivo de este tardío reencuentro es la concesión a él de un premio a toda su carrera, y los organizadores, dejándose llevar por el morbo promocional, deciden que sea ella quien se lo entregue. El duelo queda servido porque la actriz ha estado alejada del cine, después de casarse con un lord y dedicarse en exclusiva al teatro. El escenario de la ceremonia corre el peligro de convertirse en un improvisado ring, con el cantante Boy George poniendo paz, como amenizador de la velada y vieja estrella invitada.