Denuncias de torturas tras las últimas detenciones
Zapatero y Sarkozy dan marchamo oficial a las «acciones preventivas»
La cumbre que reunió ayer a los máximos mandatarios español y francés en París sirvió para que Zapatero y Sarkozy dieran marchamo oficial a prácticas de carácter «preventivo» por parte de los cuerpos policiales de ambos estados, aunque, según el propio Rodríguez Zapatero, estas medidas son «lo que se hace siempre en la lucha antiterrorista». El ministro español de Interior situó en este marco, por ejemplo, las detenciones de Portu y Sarasola.
GARA | PARIS
El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el francés, Nicolás Sarkozy, tuvieron ayer un encuentro de alto carácter propagandístico, en el que ambos mandatarios se esforzaron por dar una imagen de unidad sin fisuras con la firma de un acuerdo de colaboración «en materia antiterrorista».
Los términos de este pacto ya fueron dados a conocer como reacción a los hechos de Capbreton, en los que resultaron muertos dos miembros de la Guardia Civil, y se resumen en la creación de un órgano de colaboración permanente y la oficialización de las denominadas como «acciones preventivas» por parte de las policías de ambos estados. Unos instrumentos que, como ayer reconoció el propio presidente del Ejecutivo español, en realidad no son nada novedosos, porque «es lo que se hace siempre en la lucha antiterrorista».
«Susceptibles de colaborar»
El acuerdo al que ambos presidentes se refirieron al explicar los contenidos de la reunión de ayer se presentó hace ya un mes, durante la pasada cumbre UE-Africa, y lo han firmado los ministros de Interior de los gobierno español y francés, Alfredo Pérez Rubalcaba y Michele Alliot-Marie.
Los gobiernos con sede en Madrid y París acuerdan la creación de «equipos permanentes de investigación», algo que rompe con el teórico carácter coyuntural de las colaboraciones policiales entre ambos estados. Los directores de las poli- cías serán los encargados de la coordinación de los equipos, a través de una estructura también permanente de colaboración. Además, a partir de ahora contarán con más efectivos policiales y, como viene sucediendo en los últimos años, los agentes españoles podrán «actuar con todo el respaldo y garantía en territorio francés».
Pero, además de suponer el marco para dotar de oficialidad a la colaboración entre las policías de ambos estados, el acuerdo presentado ayer pone el acento en lo que denominan «acción preventiva». Así, en las declaraciones posteriores a la reunión bilateral, los presidentes francés y español quisieron subrayar en su declaración que los equipos permanentes de investigación conjunta «pondrán en marcha acciones preventivas» que tendrán como objetivos «detectar, identificar y localizar a individuos susceptibles de apoyar o llevar a cabo actos terroristas».
Pero ni siquiera en la utilización de estos términos en el escrito que recoge el acuerdo interpreta el presidente español novedad alguna. Así, Zapatero respondió a los periodistas que le interrogaron sobre lo novedoso de esas expresiones indicando que le costaba entender el alcance de sus preguntas «porque el acuerdo responde a lo que se hace siempre en la lucha contra la delincuencia y especialmente contra el terrorismo». A pesar de ello, Zapatero se felicitó acto seguido porque con la firma de ayer «hemos avanzado de manera decisiva».
Silencio sobre los detenidos
Por su parte, su homólogo Sarkozy respondió a los periodistas que a él no le choca el lenguaje utilizado en el acuerdo de cooperación, sino «que se pueda asesinar a sangre fría a dos jóvenes», en referencia a los dos guardias civiles muertos en Capbreton.
Tanto Nicolás Sarkozy como José Luis Rodríguez Zapatero obviaron en todo momento la fuerte polémica que reflejan los medios de comunicación españoles desde que trascendiera el ingreso hospitalario de uno de los dos jóvenes detenidos en Arrasate. No ocurrió lo mismo con el ministro español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien aseguró que las acciones de carácter «preventivo» que se anuncian son las que han posibilitado las detenciones de los dos vecinos de Lesaka, «impidiendo la comisión de un próximo atentado».
El presidente galo, por su parte, reiteró su apuesta por reforzar la «cooperación» en materia «antiterrorista», asegurando que a ETA «no se le deja actuar» ni en el Estado español ni en el francés. Añadió Sarkozy su promesa de que «Francia apoyará a España; no es un asunto de política, es un asunto de Estado democrático».
Nicolas Sarkozy felicitó a las fuerzas policiales francesas por la operación que desembocó en la detención de dos ciudadanos vascos a quienes se implican en las muertes de Capbreton. Además, recordó que trabajan en la búsqueda de un tercer acusado por estos hechos. Todo ello, dijo, es la demostración de que «no se asesina en el territorio de la República francesa ni en un Estado democrático que se llama España».
Finalmente, el presidente galo declaró «de la manera más solemne en nombre del Gobierno francés», que más allá del Ejecutivo que él preside, el propio Estado francés «estará siempre al lado de la democracia española frente al cáncer del terrorismo, sea terrorismo interno o del terrorismo externo». En ese sentido y en lo que se refiere a la «lucha contra ETA», Sarkozy ase- guró que el Estado francés «ha elegido desde hace tiempo su campo: el campo es el de la España democrática». Una decisión que, subrayó, no tiene carácter puntual, sino que es «es- tratégica, porque va más allá de las alternancias» que puedan darse en Madrid y París.
«Confianza completa»
La XX cumbre hispano-gala, sin embargo, no se limitó a la firma de este acuerdo policial, y así lo subrayó el presidente francés en su intervención tras la reunión bilateral, al asegurar ante los medios de comunicación que «la confianza entre los dos gobiernos es completa sobre absolutamente todos los temas» que se abordaron en las reuniones bilaterales.
Finalmente, Madrid y París pusieron en común un plan de acción contra el tráfico de droga, que contempla acciones en distintos ámbitos, entre ellos el judicial y el policial. También en esta materia prevén la creación de unidades conjuntas para la cooperación en materia de investigación e intervención, así como el refuerzo de la vigilancia aérea y marítima.
Zapatero y Sarkozy anunciaron en Lisboa, en el marco de la cumbre UE-Africa y justo después de los hechos de Capbreton, las medidas contempladas en este acuerdo, que ayer se limitaron a firmar los respectivos ministros de Interior.
Pernando Barrena calificó ayer de «gran hipocresía» la actitud del Gobierno de Lakua por «exigir lo que ellos no hacen», porque «esconden que ellos mismos que denuncian las circunstancias de estas detenciones son los que, por medio de la Ertzaintza, aplican el régimen de incomunicación de manera sistemática». El mahaikide navarro recordó que «la incomunicación no es de obligatoria aplicación, sino una prerrogativa legal», a pesar de lo cual «la Ertzaintza la aplica sistemáticamente a todos los detenidos políticos».
En una entrevista concedida a ETB, Barrena subrayó la «reacción generalizada» tras el conocimiento del ingreso hospitalario de Igor Portu, que en su opinión se ha debido a que «se comprenden las condiciones en las que se han desarrollado las detenciones» y también a que en la sociedad vasca se conoce que la tortura «no es un fenómeno aislado, sino un instrumento más para amedrentar y obtener información y autoacusaciones».
Y es que, en opinión del portavoz independentista, la tortura «no es un fenómeno aislado practicado por un funcionario del Estado en determinadas circunstancias, sino un instrumento más que utiliza el Estado para amedrentar a la población en general y para obtener informaciones y autoacusaciones que, en muchísimos casos, se han demostrado totalmente falsas».
En similares términos se refirió la concejal iruindarra Mariné Pueyo al trato recibido por los dos detenidos en Arrasate, quien aseguró que «las torturas más salvajes son utilizadas para frenar, amedrentar y vengarse del independentismo vasco». «El terrorismo de Estado» es, según Mariné Pueyo, «la única oferta que el Gobierno de España tiene para la ciudadanía vasca».
El Ejecutivo de Lakua reclamó el martes explicaciones convincentes al Gobierno español sobre el trato dado a los detenidos, pero sus portavoces han ido bajando el tono progresivamente. Y ayer el lehendakari, Juan José Ibarretxe, pasó directamente a la defensiva: en una entrevista concedida a la Cadena Ser en Madrid, Ibarretxe se justificó por haber adoptado esa posición, recordó que muchos otros lo han hecho, y dejó claro que su gobierno en ningún momento ha dicho que se hayan producido torturas. Además, saludó los arrestos.
Ibarretxe fue entrevistado pocas horas después de su participación en la cena convocada por el Rey español con motivo de su 70 cumpleaños, y terminó alegando que considera «miserable» que se le califique de equidistante por pedir explicaciones. Tras señalar que sólo una lectura realizada «con cierta mala leche» del comunicado de su ejecutivo puede dar pie a entender que «se dio por bueno» que ha habido torturas, recordó que otros partidos con presencia en el Congreso también han reclamado información. Y trajo a colación, también en su defensa ante estas críticas, que todos estos grupos, al igual que el PNV, respaldaron férreamente al Gobierno del PSOE en el proceso de negociación.
En la misma línea y tono, argumentó que «nadie ve mal» que organismos como Amnistía Internacional pidan una clarificación o que el juez Baltasar Garzón haga reflexiones al respecto.
En el Parlamento navarro, Nafarroa Bai pidió un informe jurídico para saber por qué no se ha atendido la solicitud de tratar urgentemente la situación de Igor Portu. Carlos Chivite, secretario general del PSN, acusó a Maiorga Ramírez de «vergonzosa doble moral» por «reclamar derechos humanos para los terroristas y negarlos para los guardias civiles».
GARA
