Luis Orlando Torres, de Puerto Rico, e Ignacio Echarte, de origen vasco, han sido elegidos secretario y asistente de secretario, respectivamente, de la 35 Congregación General de los Jesuitas, la compañía fundada por Ignacio de Loiola en 1540. En sus 468 años de existencia se ha convertido en una de las órdenes religiosas más influyentes en el Vaticano, a pesar de que algunas de sus innovaciones no han sido bien acogidas en la conservadora Roma.

Es en esta ciudad donde desde el pasado lunes se encuentran reunidos 225 jesuitas de todo el mundo para elegir al nuevo Prepósito, como también se conoce al máximo dirigente de la compañía. Entre todos ellos suman más de 45 lenguas maternas, entre las que figura el euskara.

Estos 225 varones (28 proceden del Estado español) integran la Congregación General, que es el órgano supremo de la Compañía de Jesús y sólo se convoca para tratar asuntos de especial importancia o elegir un nuevo Superior General.

La edad media de los jesuitas asistentes a la Congregación es de 56 años. El 34% son europeos, el 27% asiáticos, el 18% hispanoamericanos, el 13% norteamericanos y el 8% africanos.

Prohibido hacer campañas

En este proceso de elección no existen candidaturas ni campañas. Es más, está prohibido realizarlas a favor o en contra de alguien. No obstante, durante estos días ya se ha formado una comisión encargada de juzgar si alguno de los jesuitas ha dado muestras de aspirar al cargo.

«Para preparar la sesión de elección, al inicio de la Congregación General se presenta un examen de la situación actual de la Compañía de Jesús y los principales retos a afrontar. Este diagnóstico permitirá a los electores tener en cuenta el perfil y las aptitudes deseables para el nuevo General. Después se inician unos días de intercambio y conversaciones entre los participantes, hasta el momento de la elección, que se realiza por votación secreta y precisa de mayoría absoluta», explica la propia Compañía de Jesús.

Se conoce el día de comienzo de esta magna reunión en Roma, pero no se sabe cuándo va a finalizar. La compañía estima que en esta ocasión puede ser de unas dos semanas, pero cabe recordar que la última duró más de 70 días. La reunión se celebra en la Curia General que los jesuitas tienen en el Borgo Santo Spirito de la capital italiana. Aunque de momento no existe ningún candidato destacado para asumir este cargo, algunos observadores religiosos no descartan que pueda ser elegido Lisbert D`Souza, de origen indio, o el actual portavoz de la Santa Sede, director de Radio Vaticano y de la televisión vaticana CTV, Federico Lombardi.

El cargo de Superior General tiene carácter vitalicio, pero se contempla la posibilidad de renunciar si lo considera «conveniente en conciencia». Así lo ha hecho Peter Hans Kolvenbach, que después de obtener el consentimiento del Papa y escuchar a sus consejeros, ha decidido presentar la renuncia. Ha sido un caso excepcional, ya que nunca había dimitido un Prepósito en estos cuatro siglos y medio de existencia. Además de elegir al máximo mandatario de la compañía, los participantes analizarán la situación de la orden y los retos que plantea la sociedad actual, como la justicia, la ecología, la colaboración con los laicos y el diálogo interreligioso.

Educadores de clases altas

Tradicionalmente, los jesuitas han sido educadores de las clases altas, pero en las últimas décadas han perdido influencia en todo el mundo, sobre todo en Europa. Aun así, los 19.200 jesuitas que existen en el mundo controlan miles de colegios y cientos de universidades en todos los continentes.

Recientemente los jesuitas han sido noticia por los abusos sexuales de que han sido acusados en EEUU, hasta el punto de que la compañía se mostró dispuesta a pagar 50 millones de dólares a 110 esquimales que denunciaron haber sufrido abusos en Alaska. «En algunos pueblos es difícil encontrar un adulto que de niño no fuera sometido a abusos sexuales», según los abogados de los demandantes.