Breve es el descanso de los tenistas, que tras los masters de diciembre ya están pegando raquetazos en el invierno de Oceanía. 2008 llegó y trajo un año con novedades e incertidumbres y, en principio, dudas sobre los presentes y futuros dominadores. Pero, ante todo, el año recién estrenado trae consigo unos Juegos Olímpicos. La cita con Beijing hace que los subrayados en el calendario cambien un poco de lugar y de fecha.

Sin embargo, la cita pekinesa deberá esperar. Por lo pronto, la primera de las cuatro grandes pruebas del Grand Slam, el Abierto de Australia, inicia su andadura. Y lo hace con dudas a sus espaldas. Por ejemplo, este inicio de campaña viene salpicado por las severas medidas contra la corrupción de los tenistas, que incluyen multas, prohibiciones, incluso penas de prisión.

Así, se creará una línea telefónica directa para atender las denuncias sobre las sospechas de partidos amañados; se prohibirá ingresar computadoras en la cancha y aumentarán las medidas para restringir el acceso a los jugadores.

En cuanto a los tenistas, Roger Federer no parece tener ningún sucesor digno, y su dominio puede no acabar. De todas formas, Federer aún no ha jugado un partido en 2008 debido a un virus estomacal. Llega al Open de Australia sin jugar un solo partido serio de pretemporada, de modo que habrá opciones para los demás, siempre y cuando el físico los respete.

Los problemas físicos mandan

Australia no es el grande que mejor se le da a Rafa Nadal. Además, no parece estar en su mejor momento. La estrepitosa derrota ante Youzhny abre el debate sobre su estado físico. Pero los terceros en discordia tampoco andan finos. Djokovic sigue con sus perennes problemas de espalda, Nalbandián es duda por el mismo motivo, y no parece haber otro candidato capaz de pelear contra Federer. El ruso Tursunov ganó ayer el torneo de Sydney al derrotar al australiano Guccione, mientras Andy Roddick se impuso en el Clásico Kooyong, torneo de exhibición en Melbourne, al derrotar a Marcos Baghdatis. Además, Ferrero no pudo en la final de Auckland con Kohlschreiber, que consiguió el segundo título ATP de su vida.

En féminas, por contra, Justine Henin, la reina de 2007, y Svetlana Kuznetsova son las favoritas. De hecho, ambas jugaron la final de Sydney, en el último torneo previo a la primera gran cita del año con triunfo para la valona. No obstante, las Ivanovic, Jankovic o Sharapova, además de vencedora de 2007, y la sorprendente Serena Williams, tendrán algo que decir.

Asimismo, tras la salida de Martina Hingis por la puerta falsa debido a un positivo con cocaína, el tenis femenino recupera a una vieja gloria. Después de casi cinco años retirada, Monica Seles regresa. La serbia, nacionalizada estadounidense, anunció que quiere una segunda oportunidad y pretende jugar al menos un Grand Slam y los torneos que su cuerpo le deje.

Pistas

Por último, la principal novedad del Abierto de Australia estriba en que la organización ha cambiado la superficie de juego. Después de veinte años de uso de la superficie denominada Rebound Ace, los organizadores del abierto australiano decidieron cambiarla con el fin de que las pistas sean mas consistentes en cuanto a velocidad y bote. Sin embargo, la Plexicushion ha recibido críticas de los tenistas por considerarla muy lenta.

Así, la serbia Jelena Jankovic manifestaba que «pensé que iba a ser mas rápida, pero parece ser más lenta» en la jornada inaugural de la Copa Hopman que se celebró en Perth. Su compatriota Novak Djokovic aportaba un matiz. «Actualmente es bastante lenta, pero podría mejorar en pistas abiertas». Las turbulencias agitan una campaña que acaba de empezar.